"No me pusieron para sonreír, sino para dar resultados": Ángel Torres.
"No me pusieron para sonreír, sino para dar resultados", dice el presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez, Ángel Torres, y sonríe. También sonríen los colonos del ejido Francisco I. Madero; ambos están felices, es que se acaba de dar el banderazo de arranque a la pavimentación de una calle más en ese lugar, como parte del programa "Calles felices". Por el momento llevan más de 120 calles iniciadas. "Vamos por 500", adelanta el alcalde tuxtleco. Habrá más felicidad, más sonrisas, porque habrá justicia social, apoyo social e infraestructura, asegura el munícipe.
Luz María Ramos Mendoza es habitante de Francisco I. Madero y vocal del Comité para la construcción de la Primera Sur en su ejido. "Gracias a Dios y al presidente municipal Ángel Torres, voltearon a ver a esta colonia y esta calle que ha estado abandonada por más de 35 años.
Varios que aquí nacieron ya son profesionistas, y no veían para cuando la mejora", dice. El plan es pavimentar la Primera Sur, desde la calzada Samuel León Brindis hasta la Primera Poniente. La Segunda Sur Oriente ya quedó pavimentada.
Ramos Mendoza agradeció, pues, al presidente municipal por haber cumplido su palabra empeñada durante su campaña política, y le pidió continuar con esta obra de "Calles felices" en Tuxtla, pero especialmente en la Francisco I. Madero, donde la Cuarta Poniente está intransitable. "Es la que conduce al jardín de niños Benito Juárez, que luce intransitable, se ha rellenado con escombros, pero aún así no entran los taxis", explica Luz María.
También pidió se habilite un paso peatonal sobre la calzada Samuel León Brindis, a la altura de la Primera Sur, donde atropellado a cuatro peatones por la alta afluencia vehicular y la falta de precaución de los automovilistas. "Esta obra la esperábamos como agua de mayo, y ya llego", remata la vocal del Comité de Construcción.
"Sí, lo voy a hacer yo, para eso me pusieron", dice sonriendo mientras abraza a quienes le piden tomarse una foto con él y accede amablemente. "No me pusieron para venir a sonreír" dice el presidente Ángel Torres, aunque sonríe.
"Pronto habrán más calles", les dice como despedida a los colonos que han gritado vivas durante la toma de fotos y grabación de un video. "¡Viva el presidente Ángel Torres!", han gritado ellos. "¡Viva la Francisco I Madero!", ha dicho el edil tuxtleco.2
Mientras se dirige a su camioneta, nos concede la entrevista. "Justicia social", dice. "La Francisco I. Madero debe recibir justicia social, es un ejido muy grande, estuvieron olvidados por muchos años y hoy estamos arrancando calles felices. Ya se hizo la de arriba, la Segunda Sur, cuatro calles, y próximamente habrán más, muchas más".
Cuestionado sobre cuántas calles lleva inauguradas, exclama "uh, llevamos más de 120 calles arrancadas, y vamos a dejar más, más de 500".
"La gente está feliz y va a seguir feliz porque lo que queremos es eso, la felicidad de la ciudadanía. Las calles, en los barrios, las colonias, los ejidos"; fue palabra empeñada, es promesa cumplida.
"Falta más, no vamos a desistir serán tres años de mucha infraestructura, apoyos sociales, justicia social, que la sociedad sepa que cuando ponen a sus autoridades estamos para responderles, no para venir a pasear".
A unos metros de llegar a donde lo espera su camioneta, Torres Culebro concluye: "Estamos respondiendo y vamos a seguir respondiendo, vamos a seguir trabajando para que haya gentes felices".
Aunque hay algunos infelices en el Ayuntamiento, suelta este reportero. El edil me abraza, me mira a los ojos y contesta: "hay gente que está en contra del desarrollo, del beneficio común, porque empiezan a ver sus intereses propios afectados. Hay que ver por la gente, son ellos los que importan. Mi vocación es servirles, estoy decidido a transformar la realidad y la vida de miles de personas en Tuxtla Gutiérrez. Las críticas infundadas siempre estarán ahí, pero al final de cuentas el pueblo es el que tiene la última palabra".
Ángel Torres se marcha, pero volverá. Volverá para inaugurar las calles iniciadas. Volverá para dar más banderazos de arranque a otras obras. Habrá, pues, más calles felices y vecinos felices.
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