La cadena británica ITV ha difundido las primeras imágenes del "terrorista del cubo",
capturadas por una cámara de seguridad en al calle donde vivía, en
Sunbury-on-Thames, a las 6. 50 del viernes, con la bolsa del
supermercado Lidl que contenía el artefacto casero que explotó hora y
media después en la estación de Parsons Green. El sospechoso, vestido una sudadera gris y con una capucha oscura, caminaba tranquilamente por calle con el explosivo camino del tren.
Could this CCTV footage show the Parsons Green tube bomber on their way to carry out the attack?https://t.co/2YxvWQYXhfpic.twitter.com/TRrkkA0te7? ITV News (@itvnews) 17 de septiembre de 2017
Scotland Yard no ha revelado aún la identidad del sospechoso, pero varios vecinos han asegurado a The Daily Mail y a The Daily Telegraph que se trata de un refugiado iraquí de 18 años ,
que llegó a los 15 a Reino Unido tras perder a sus padres en la guerra.
La información fue confirmada por un funcionario del ayuntamiento local
que gestiona la acogida de refugiados.
El detenido fue uno de los casi 300 niños acogidos durante varias décadas por Ronald y Penelope Jones, una pareja que fue distinguida por la Reina con la medalla del Oden del Imperio Británico por
sus labores humanitarias. Los vecinos alabaron la labor de la pareja de
ancianos, que dejó de vivir el pasado mes de febrero en el inmueble
inspeccionado por la policía, donde supuestamente se fabricó el
explosivo.
El sospechoso fue definido como un "joven conflictivo" por los vecinos, que le denunciaron en repetidas ocasiones a la policía. Según The Daily Mail,
el joven llegó a ser detenido hace dos semanas en las inmediaciones de
la estación de Parsons Green, donde estalló el viernes el explosivo
fallido. The Daily Telegraph asegura que había sido interrogado en varias ocasiones por al policía.
El 'cubo bomba' pudo causar decenas de muertos
Gracias a las
imágenes por circuito cerrado, Scotland ha reconstruido el breve
trayecto del sospechoso, que se subió al metro en la estación de
Wimbledon de la District Line y planeó hacer estallar el "cubo bomba" en
el último vagón del metro y poco después de cruzar el río Támesis.
Según ha confirmado la policía, pese al aspecto tosco, el artefacto
casero era "viable", contenía peróxido de acetona (TATP) y pudo haber
causado decenas de muertos si no llega a fallar. La ministra de Interior
Amber Rudd confirmó ayer que la policía no tiene constancia de la existencia de más explosivos, de ahí la decisión de rebajar la alerta terrorista del nivel "crítico" al nivel "severo".
Rudd se mantuvo impermeable sobre la información de los sospechosos
detenidos. A la pregunta sobre la posibilidad de que el supuesto autor
del 'cubo-bomba' estuviera "fichado" por Scotland Yard, tal y como
aseguró el presidente Donald Trump en un mensaje de Twitter, aseguró que se trataba de "una pura especulación".
"Nunca es bueno especular sobre una operación policial cuando está en
marcha, y yo incluiría al presidente norteamericano en ese comentario",
dijo Rudd, que negó que las conclusiones de Trump se debieran a un
intercambio de información reservada entre los servicios de inteligencia
de los dos países.
Los medios británicos criticaron en cualquier
caso la sequía informativa sobre la explosión en el metro de Londres y
recordaron cómo la identidad del autor del atentado de Manchester (Salman Abedi, hijo de refugiados libios) fue revelada precisamente gracias a una filtración de los servicios de inteligencia norteamericanos.
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