KILÓMETRO 4 / Muere sentado, agarrado y ahorcado hacia atrás

El muchacho no tiene duda alguna: “No, tío Guayo no se mató. Lo mataron. Lo conozco desde los 7 años”, dice el joven,  hijastro del hombre hallado muerto, ahorcado, en la vía pública, en la reja de una casa que no es la suya. Presuntamente se ahorcó. Ya investigan.

Fue a las seis de la mañana de este miércoles, cuando al abrir la tiendita ubicada en la avenida Cintalapa esquina con calle Ocosingo, que la mujer se llevó la fuerte impresión.

A cinco metros, cruzando la calle, frente a su casa, estaba el hombre colgado, sentado, con la mano derecha asida de la reja donde estaba amarado su morral de estambre.

La parte amplia del morral cubría su cara. El cargador, fue usado para amarrarlo a su cuello y al metal de la reja.

El reporte fue de inmediato al 911 y al lugar acudieron policías estatales en la patrulla 30036.

Al llegar otros elementos acordonaron el área. Una hora después arribó la unidad fúnebre de la Fiscalía General del Estado.

Los peritos de Criminalística y Forense tomaron fotos y luego subieron el cuerpo sin vida a la unidad.

Pero antes de llevarse el cadáver al Servicio Médico Forense, hicieron lo que nunca hacen.

A petición de los vecinos, que indicaron que la familia del hombre vivía cerca de allí, en la invasión del Mocri, esperaron.

Es más, un agente ministerial fue en busca de la familia. Los halló en la avenida 10 de Octubre Manzana 29.

Isidro Hernández Gómez, de 28 años de edad, llegó al lugar. Pidió ver el cuerpo; no se lo permitieron. 

Pero sí le enseñaron las fotos. Al verlas, se llevó la mano al rostro. “¡Sí, es tío Guayo!”, exclamó.

Indicó que desde hace 20 años, Eduardo Jiménez Gutiérrez, de 67 años de edad, mantenía una relación sentimental con su madre.

“Era albañil. No tenía problemas con mi mamá. No pelearon ayer, pero creo que sí se fue a tomar. Tomaba los fines de semana. No creo que se haya matado. A él lo mataron”, dice sin temor a equivocarse mientras solloza.

Con un ademán, le dice a su hermano que le avisen a “Guayo”, el hijo del extinto.

A su madre no le dirán nada, por el momento. Más tarde se enterará. “Tío Guayo” vivía en la calle 10 de Octubre. Murió el 4 de Octubre, ahorcado de una manera muy rara. Estaba colgado hacia atrás, sentado y agarrado de la reja.