Personal de la Secretaría de Salud y del Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez trabajan en la limpieza de los camposantos en la ciudad capital. Sin embargo hay miles de tumbas con capillas encerradas, donde no se puede limpiar ni abatizar. Es un serio foco rojo para el criadero de mosquitos transmisores de Dengue. Zika o Chicungunya.
La mañana de ayer, en los panteones de la capital chiapaneca se dieron cita cuadrillas de Vectores del sector salud. Llegaron también elementos del Ayuntamiento capitalino.
El coordinador de Control Larvario, Benjamín Peña, indicó que hacen este trabajo cada tres meses, pero especialmente esta vez por la víspera del “Día de Muertos”.
“Queremos que los visitantes regresen sanos a sus casas y no enfermos por piquetes de zancudos. Aunque la lluvia ya disminuyó, aun hay riesgos de contraer Dengue. Zika o Chicungunya”, dijo.
Por su parte el director de Mercados y Panteones del Ayuntamiento de Tuxtla, Wagner Escobedo Ortega, reconoció sus limitantes.
El Panteón Municipal, por ejemplo, es enorme. Lo limpian por partes, pues solo dispone de siete elementos.
“Son 11 mil tumbas, y el mero 1 de noviembre la gente llega, saca la basura que dejaron durante el año y la sacan temprano. Ese mero día ya no podemos recogerla con los camiones porque se molestan”, aclaró.
Añadió que el trabajo de limpieza y abatización se hace en las tumbas sin capilla, pues las que están encerradas tienen flores con agua adentro y es imposible abrir para sacar la basura.
Por ello pidió la colaboración de la ciudadanía para llegar antes del 1 y sacar su basura, a fin de limpiar antes y no durante los días de gran afluencia, donde se esperan más de 15 mil personas al día.
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