Al menos cuatro tumbas fueron arrasadas por las recientes lluvias y por la corriente pluvial que pasa en medio del camposanto Jardín San Marcos. Por el sismo, en este panteón no se reportan daños a pérgolas. En el Municipal, solamente una capilla dañada, dijo el director de Mercados y Panteones del Ayuntamiento Capitalino.
Montones de arena por doquier en el pasillo principal del panteón jardín San Marcos. Incluso una retro excavadora en el lugar. Decenas de obreros van y vienen llevando piedras de diversos tamaños.
El principal trabajo se centra en el muro de piedra que la corriente pluvial se llevó. “Son 100 metros lineales, pero por ser de ambos lados, son 200 metros en los que se trabaja”, aclara el funcionario municipal Wagner Escobedo Ortega.
Por fortuna las lluvias casi terminan, pero el daño está hecho y se trabaja en subsanarlo.
A flor de tierra quedaron cuatro tumbas arrasadas. No se observa ataúdes ni osamentas. Nada se dice sobre la suerte que corrieron.
El sismo también causó daños a la malla perimetral, en unos 20 metros y ya se trabaja en reponer el tramo derribado. Esta vez se colocará una base de cemento, con castillos para que la malla esté más segura.
Cuestionado sobre los daños a las tumbas por el sismo, el director de Mercados y Panteones en Tuxtla Gutiérrez dice que en San Marcos no hubo reporte de daños, y en el panteón Municipal sólo una capilla se averió.
Sin embargo un albañil asegura que en el Jardín San Marcos hay como seis bóvedas quebradas, partidas a medias, las cuales están siendo reparadas por cuenta de los deudos.
Se avecina el “Día de muertos” y será entonces cuando los familiares se percaten realmente de los daños a las tumbas de sus difuntos.
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