Una jovencita que se distrajo al caminar y por voltear a ver un auto que se acercaba, cayó a una alcantarilla abierta. La rejilla metálica se rompió hace tiempo y nadie la arregla. Como esta trampa hay cientos en la capital chiapaneca.
Lizzeth, de 19 años, ríe al principio y luego casi llora de dolor mientras es valorada por la paramédico de Protección Civil Municipal. Le duele la rodilla izquierda y le duele más haber sido descuidada al caminar.
Le duele también que en el recibo de agua que su padre paga al SMAPA, cobren una cuota por concepto de “alcantarillado”, y sin embargo las alcantarillas están abandonadas.
La jovencita caminaba de sur a norte sobre la 14 Oriente, en la colonia Obrera. Cuando iba entre la 11 y 12 Sur, oyó que por atrás se acercaba un camión.
Ella avanzaba a media calle, erróneamente. Sabe que debió hacerlo sobre la acera y eso le duele, también.
Al voltear y seguir avanzando, su pie izquierdo se fue al fondo de la alcantarilla abierta. La derecha quedó afuera.
El golpe fue muy fuerte. La joven quedó atorada.
Al principio, en el reporte al 911, se dijo que la pierna estaba atravesada por un fierro, pero por fortuna no fue así.
Temiendo una posible fractura, a la joven le sugirieron sacarse unas placas radiográficas, pero se negó. Al parecer no llevaba efectivo para pagar.
Cerca de allí, en la 11 Sur y 14 Oriente, las rejillas de metal ya están abiertas también. Dicen que allí ya han caído otras personas, de noche.
Autos, motos y bicicletas pueden caer en los cientos de “trampas” abiertas.
Comprometidos con la verdad, listos para ser oídos, ojos y boca de la sociedad. Espacio para señalar lo malo y reconocer lo bueno.
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