ZOOMAT / Oxígeno para el pulmón y el alma - El Centinela MX

NOTICIAS

Post Top Ad

¿Te interesa uno de nuestros espacios?

Post Top Ad

Anuncios

martes, 26 de diciembre de 2017

ZOOMAT / Oxígeno para el pulmón y el alma

  • El contacto con la naturaleza y con la familia tonifican los pulmones y las emociones. Este martes hubo unos cinco mil los visitantes. Al momento llevan 430 mil visitas. Esperan cerrar el año con 450 mil.


Los monos saraguatos guardan silencio. Los loros, también. Predomina el murmullo de la gente. Es martes, día de acceso gratis y vacaciones. El registro oficial dice que son más de cinco mil los visitantes. Al momento, durante el 2017, llevan 430 mil visitas. Esperan cerrar el año con 450 mil.

El pequeño Alberto está deslumbrado. Con sus 10 años de edad el infante chiapaneco nunca había llegado al zoológico. Sus ojos se abren desmesurados desde que ve al enorme jaguar instalado a la entrada.

Y se toma la foto con la estatua y el guerrero azteca.

Los padres de Beto están igual de ilusionados y con una gran expectativa. Casi corren mientras recorren cada espacio de exhibición. “Sigan la huella”, les dice la mujer que les da la bienvenida.
Pero es imposible acatar la orden. Son miles los que entran y salen. Y las huellas se cubren por el mar de gente.

Con el inicio de la temporada vacacional, este martes se tuvo la visita de unas cinco  mil personas. Fue el segundo día más alto del año. Al momento van 430 mil visitas. Se espera cerrar el 2017 con 450 mil, dice Gerardo Cartas, curador general del ZooMAT.

Beto se detiene a ver a los loros. Quiere que hablen, pero éstos guardan silencio. Están asombrados (más que Beto y sus padres), quizá estresados por tanta gente.

Un hombre se detiene también y como un experto en la materia le dice a Beto. “Estos no hablan hijo, deben tener la lengua negra para que hablen”.

Beto sonríe y sigue su recorrido. Se sorprende con los cocodrilos, serpientes y aves.
Hacen un alto en la plaza monos, donde hay una mesa de contacto y una exposición temporal de felinos. También se da una plática al público en general para dar a conocer el trabajo del zoológico. 

Esto no se hace siempre, es solo por las vacaciones.

Familias enteras conviven. Unos comen, otros se toman la foto. Pocos suben a los árboles. La mayoría va en busca del jaguar. “Hay dos negros y uno naranja·”, les dijo a la entrada el guerrero azteca a los visitantes que se detuvieron a tomarse la foto con él, junto al monumental jaguar de cemento.

Los cansados pies de Alberto por fin se detienen. Ha llegado a lo más alto del terreno. Tras ver al puma y jaguar negro, sus ojos extasiados contemplan al jaguar naranja. Es el clímax.

No trae celular, pero guarda la imagen en su mente. Comienza el descenso. Ya no siente el cansancio, solo rememora cada segundo, cada imagen del bello recorrido.

Antes de salir, observan a un pintor que hace caricaturas. Alberto pide una “foto”. Y el pintor le hace un retrato hablado.

Un helado y unas palomitas al final, ponen la cereza en el pastel.

Alberto regresa feliz a casa. Cargó sus pulmones con oxígeno puro, convivió con su familia, aprendió mucho sobre distintos animales y supo que Chiapas es más que marimba. Cinco mil personas experimentaron, tal vez, lo mismo que Alberto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Post Top Ad

anuncios 2