BIENESTAR SOCIAL / Malestar físico y emocional por drenaje azolvado

• Un martirio, desde hace más de un año, para vecinos, por fétidas aguas negras en la calle 12 de Octubre y avenida Tuxtla

La casa de Rosa María está ubicada en la colonia Bienestar Social, pero lo que siente ella y sus vecinos es un terrible malestar, físico y emocional. Hace un año el drenaje aledaño quedó azolvado, expulsando aguas negras a cielo abierto. Es un foco de infección y ya les pasó factura. Colonos enferman seguido de vías respiratorias y estomacales.

Tras estar 10 minutos durante la entrevista en el lugar duele la cabeza y da náuseas. Pero duele más ver el olvido del Ayuntamiento. Hiede peor la apatía del SMAPA que se esconde en su vieja careta llamada “crisis”.

Rosa María Rivera abre la puerta de su casa ubicada en la esquina de la calle 12 Octubre y avenida Tuxtla. La hoja metálica está salpicada de aguas negras.

Es el recuerdo de un auto veloz que salpicó su casa. Luego colocaron piedras sobre la vía para evitar la circulación de automóviles. Los peatones eran manchados.

Sobre la orilla de la calle citada se observan manchas blancas. “Vinieron los de Sector Salud, echaron un poco de cal, pero en un ratito lo arrastró la corriente de agua negra. Siquiera una pipa con agua hubieran traído para lavar un poco toda la porquería”, dice la mujer de la tercera edad.

Niños, jóvenes y adultos caminan sobre la acera, con la mano sobre la nariz y boca. Hay que saltar, con peligro de caer, frente al puente del afluente al que va a desembocar la pestilente corriente.

“Hace más de un año y no lo arreglan. Ya vinieron los de Televisa y Noticinco, pero el edil es conchudo, no hace caso”, dice Adolfo Ruiz Trujillo,  vecino de Rosa,      que aunque vive a 30 metros del drenaje azolvado, en su casa percibe el olor nauseabundo.

“Se imagina, si usted un rato no aguanta el hedor, póngase en nuestro lugar, más de un año, día y noche. Es un martirio”, exclama desesperada Rosa María.

Dice que este día tiene diarrea. Y culpa al foco de infección. Se ha enfermado también de las vías respiratorias. Su pequeño changarro ya no es visitado por culpa de las pestilentes aguas.

Para colmo el problema crece. El drenaje azolvado en la esquina referida está afectando a las tomas domiciliarias de la avenida Tuxtla, donde ya hay otro drenaje sellado desde hace seis meses, dicen.  Una cuadra más abajo, en la avenida 5 de Febrero, ocurre lo mismo desde hace ocho meses.

La cereza en el pastel de excremento líquido fue la muerte de un hombre el domingo pasado. “El hombre vino a ver a su amante, entró por la barda, pero resbaló por haber pisado estas aguas negras y al caer se mató”, explicaron vecinos.