Óscar Ochoa Gallegos ha llegado a la Secretaría del Trabajo del estado a pesar de una cuestionada e incipiente labor al frente del Fondo de Fomento Económico Chiapas Solidario (Fofoe). Su máximo mérito, supongo, es aquel resbalón donde desentonado, y con su estrategia de lambisconería, dedicó la canción de “El rey” al gobernador Manuel Velasco Coello en un evento, sin importarle que hiciera el ridículo y fuese el hazmerreír de ese momento. Hoy ha sido premiado con un espacio que, seguramente, será el nido de sus aplaudidores y la caja chica para seguir con su vida de lujos y desastres que lo han caracterizado.
En efecto, el mismo funcionario que apareciera en un video ponderando el #KitDelDolor, que salió a la luz tras la tragedia del sismo 7 de septiembre del 2017, en donde quedó de manifiesta no sólo su estulticia sino la frivolidad que impera en el gabinete de Velasco, hoy es quien estará encargado de aplicar y vigilar el cumplimiento de las normas relativas a condiciones generales y de seguridad e higiene en los centros de trabajo, así como fomentar y apoyar la organización para el autoempleo, organizar y operar el Servicio Estatal de Empleo, prestar asistencia jurídica gratuita a los trabajadores y sindicatos que lo soliciten y representarlos ante los Tribunales Laborales. ¡Uff, nadita!
Lamentable que un personaje de conducta deplorable esté ahora al frente de la dependencia que es la encargada de coadyuvar con las autoridades federales a la aplicación y vigilancia de las normas de trabajo en un estado con serios problemas y donde, apenas el año pasado, se dio un despido masivo de trabajadores burócratas que ha golpeado no sólo a la economía familiar de los afectados, sino que propinó un duro impacto al circulante que se mueve en los negocios de la entidad.
No cabe duda que las dependencias están siendo, en este sexenio donde impera la ingobernabilidad y en el que se han minado terriblemente a las instituciones, un refugio para la mediocridad y el arribismo político. En nada abona la llegada de Ochoa Gallegos a la Secretaría del Trabajo partiendo de la premisa que es un simple palero gubernamental y que, por tanto, a él (como a todo su equipo) le importa poco las normas de la Ley Federal del Trabajo.
Nunca, y no olvide esto que le digo, va a saber que como secretario del Trabajo está revisando los contratos colectivos, o bien, se le vea fungiendo como mediador a petición de las partes que se encuentren en algún conflicto. Claro que si lo hace, ojo en esto, será para torcer todo a favor de quien le da de comer y de quien le ha permitido, pese a su incapacidad, mantenerse al frente de puestos que le han dado poder siendo un personaje cuyo máximo mérito es ser el hermanito del diputado local del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Willy Ochoa Gallegos.
No sé usted, pero yo no imagino al del lenguaje soez (recuerde cuando mintió hablando a los pescadores sobre los “negocios” que “perdió” su familia tras el terremoto y para ellos usó palabras altisonantes, mostrando su elocuencia) visitando los centros de trabajo para constatar que se cumplan con las condiciones que establece la Ley Federal del Trabajo y normas que de ellas se deriven. Si lo hace, conociendo su “transparente modo de actuar”, será para pasar su rasuradora y recoger sus buenos moches: haciendo fe de su reputación que lo persigue desde hace rato ya.
Sólo a Manuel Velasco, quizá por petición del diputado Willy, se le ocurre poner a Óscar Ochoa en ese puesto. Aunque a estas alturas ningún nombramiento nos sorprende. Basta ver el desastre en que tienen convertido a Chiapas para saber de lo que le hablo. Pese a ello, trate usted de imaginarlo, con esa inhabilidad discursiva que lo caracteriza, con la lengua adormecida que se le enreda cuando intenta hilar oraciones, formulando y ejecutando el Plan Estatal de Empleo (¡bah!). A menos que la apuesta para la atracción turística sea la de incrementar los bares y cantinas, no sé ve por dónde este personaje pueda abonar a Chiapas en algo.
La realidad es, entonces, que lo que mal inició en el 2012 mal acabará en el 2018. Estemos pendientes, porque Óscar es un hombre que adora las sorpresas y no tarda y se embarra en esta nueva encomienda para seguir haciendo alarde a lo que es. Pobre Secretaría del Trabajo de tener a un Roba Vaca pasó a tener al señor de la carpa, el ataúd, su pan y su café.
Manjar
La Asociación de Columnistas tuvo un exitoso Foro de Comunicación en Chiapa de Corzo los días 10 y 11 de marzo. Las participaciones de destacados periodistas, el análisis de líderes de opinión en el estado, las charlas sobre lo que nos compete como ciudadanos, fueron el pan nuestro de este fin de semana. A esto le sumamos la exposición de uno de los mejores caricaturistas de México, el maestro Enrique Alfaro, y el Foro por sí sólo se canta y se celebra a sí mismo, diría Walt Whitman. Desde estas breves líneas, mi abrazo inquebrantable a todos y mi reconocimiento a su férrea labor y el compromiso con la palabra. #LosMejores // La recomendación de hoy es el libro El ensayo mexicano moderno selección, introducción y notas de José Luis Martínez y el disco Al rojo de Real de Catorce. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.
* Miembro de la Asociación de Columnistas Chiapanecos.
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