A cinco días de la huelga de hambre, los transportistas de la Coestrach- UNTA ya resienten los efectos en su salud. Paramédicos de la Cruz Roja llegaron para valorarlos. Se mantienen estables, pero ya debilitados. Conforme a lo anunciado, se están sumando otros manifestantes, anunció Jorge Omar Vázquez Martínez.
El pasado 7 de marzo iniciaron la huelga de hambre frente a Palacio de Gobierno, en el Parque Central de Tuxtla Gutiérrez, Hernán Cancino Dillman (Tuxtla), Job Velázquez Izquierdo (Mezcalapa) y Daniel López Jiménez (Teopisca).
El martes 8 de marzo, en el marco del Día Internacional de la Mujer, se sumó Rosa González Gómez, de San Cristóbal.
En la lista siguieron Javier de la O de la Cruz (Reforma), José María de la Cruz (Chiapa de Corzo), Bersaín Gómez, Jesús Espinoza Interiano, Juan Ruiz Alegría y Carlos Mario Hernández.
Ante la notoria debilidad de los huelguistas, paramédicos de la Cruz Roja Mexicana acudieron al campamento. Tras valorar a los manifestantes, los hallaron débiles, pero estables.
La petición es ser escuchados por el secretario general de gobierno y que en sesiones públicas se otorguen las concesiones en su momento.
En un comunicado la Secretaría de Transportes aseguró que ya se dio un encuentro con los manifestantes, pero que inexplicablemente éstos rompieron con la mesa de trabajo.
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