- Diferenciarlos es complicado. “Nada que tenga la forma de sombrilla y de color blanco debe comerse”, dijo Teresa Cabrera Cachón, directora del Jardín Botánico.
De las casi 13 mil especies de hongos que hay en Chiapas, unas 200 son comestibles y seis tóxicos capaces de quitar la vida. Diferenciarlos es complicado, por lo cual la XXVI exposición de hongos en la entidad reviste especial importancia. “Nada que tenga la forma de sombrilla y de color blanco debe comerse”, dijo Teresa Cabrera Cachón, directora del Jardín Botánico.
En los ecosistemas, los hongos hacen la función de barrenderos que desintegran la materia muerta para que se reintegren al suelo.
Cabrera Cachón sonrió al decir que muchos, al ver que salen hongos en su maceta o jardín, los apachurran. La mayoría son inocuos, salen una noche y luego ya no están, por lo cual les atribuyen brujería y otros mitos. Es que su ciclo de vida es corto”, dijo.
La directora del Jardín Botánico lamentó que no haya un listado completo, más que unos pocos como el de San José, en San Cristóbal, pero el cálculo es entre 10 y 13 mil especies de hongos en Chiapas. Contrariamente a la gran cantidad de especies, que llevaría unos 100 años estudiarlos, dijo, hay pocos micólogos y nulos laboratorios que se requieren.
Cuestionada sobre la diferencia entre los hongos comestibles y los tóxicos, dijo que es complicado. Resumió que “nada que tenga forma de sombrilla y sea blanco, se debe consumir. Todos los que se parecen tienen toxinas del grupo de las amanitas”, destacó.
“La única manera de saberlo es conociendo perfectamente, los que lo han colectado toda su vida ya los conocen, pero por si las dudas pueden llevarlo a un laboratorio”, subrayó.
Sobre los síntomas, también se complican porque inician como infección por bacteria, con diarrea, vómito y fiebre . “No aparecen inmediatamente después de comer el hongo, sino hasta 24 o 48 horas después”, aclaró.
“Si no le dicen al médico que comieron hongos, se le complicará tratarlo y lo hará como bacteria. A quien tenga dudas sobre el hongo que va comer que no lo cocine todo, que deje crudo uno de cada especie que va cocinar. Con las toxinas de hongos no funcionan te, jarabe o lavados, pues no se quedan en el estomago sino que se van al hígado y riñones”, dijo.
Agregó que además no todas la toxinas de todos los hongos tóxicos se tratan igual; cada una requiere un tratamiento diferente.
La zona Altos es la que más presenta intoxicación, pues los hongos tóxicos crecen allá, por el ecosistema; en la Selva baja difícilmente habrá una manita verna, puntualizó.
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