CHIAPAS / Lucy ya no puede contar la verdad

En tu pantalla estás viendo el rostro de María de la Luz, mejor conocida por Lucy. Ella era una joven buena, generosa, trabajadora, siempre dispuesta a apoyar a quien lo necesitara.

Nació y creció en Las Rosas, Chiapas, lugar en donde conoció a Dariel Adán Hernández Sántiz y de quién se enamoró. Tristemente Dariel es un joven con grandes problemas con adicciones y la violencia. 

Después de casi un año de noviazgo en el que la violencia de Dariel crecía e iba tomando otras formas, como los gritos, insultos, celos enfermizos e incluso golpes, Lucy tomó la decisión de terminar la relación. Algo que no fue aceptado por Dariel, ya que continuamente le enviaba mensajes o realizaba llamadas diciendo que se mataría si Lucy no regresaba con él. 

Al ver que no había respuesta, comenzó a amenazarla y el día 13 de agosto de 2019, le hizo una llamada en la que le decía que iba a matarla. Lucy no había querido denunciar porque sentía pena por él, pero ese día entendió que ya no podría seguir ignorando tales amenazas y decidió, junto con su actual novio, acudir al día siguiente a la Fiscalía Altos a solicitar ayuda.

La mañana del 14 de agosto de 2019, mientras ella se encontraba sola en la habitación que rentaba en la ciudad de San Cristóbal, Dariel entró a la fuerza, la atacó salvajemente, la violó y luego la mató con sus propias manos. 

Se dio a conocer la lamentable noticia. Los periódicos y portales digitales dijeron que había sido asesinada por "problemas pasionales" y "que había sido encontrada con otro". Lo cual generó violencia comunitaria en las redes sociales y en el pueblo de dónde ella era. 

La gente de Las Rosas, comenzó a justificar su asesinato y a llamarla de formas que ultrajan su dignidad humana y la de su familia. Decir que fue un crimen pasional es tolerar el asesinato, la violencia, hacer creer que ella lo merecía. 

Y no, Lucy no merecía morir así, Lucy merecía una gran vida, riendo feliz, siendo amada por su familia y amistades. Lucy estaba sola, no fue encontrada con "otro", y aunque así hubiera sido, nadie tendría el derecho a quitarle la vida.

#NiUnaMás

(Vía el Imparcial de Chiapas)