En el Colegio Laureles, hay varias anomalías, acusaron padres de familia. Por ejemplo corrieron a los antiguos maestros y "pusieron a puros chavos del programa jóvenes construyendo el futuro", indicaron.
Agregaron que el colegio Laureles implementó una plataforma que no funciona, quitó las academias, quitó el servicio de estancia y comedor, obligó a los padres de familia a comprar tabletas para los niños de preescolar, argumentando que con la nueva plataforma los niños ya no llevarían ni cuadernos ni libros, que todo sería a través de la plataforma y de la tableta. A raíz de esto, varios padres de familia empezaron a desertar.
Posteriormente dijeron que siempre no se va iba llevar la tableta, sin importar que muchos padres ya la habían comprado. Así, regresaron las academias y el servicio de comedor. Pero tiempo después los volvieron a quitar. Luego dijeron que siempre sí se regresaría todo a la normalidad. "Se volvió todo un desastre", indicaron los quejosos.
A los padres que decidieron cambiar a sus hijos de institución no les regresaron ni un solo peso (a pesar de que es una falta al cumplimiento del contrato).
"Y hoy, que se supone que habría un diálogo para ya saber si se implementarían o no los cambios (porque ya se había vuelto un juego con que sí y con que no), llegó la dueña y simplemente dijo que al que no le guste que saque a su hijo y se vaya. Es lamentable la actitud despota de la señora dueña y mas tomando en cuenta que es un colegio que inculca valores y educación para nuestros hijos", subrayaron.
Antes, ingresar al Colegio Laureles era muy muy difícil y hoy simplemente hay muchas vacantes. Hay padres que no pueden sacar a sus hijos porque la inscripción, colegiatura y demás fueron pagados por adelantado.
Una madre de familia indicó que su esposo era empleado del colegio citado. "Trabajó seis años y únicamente lo liquidaron con cuatro mil pesos, con el engaño que si tomaba el cheque el sería contratado nuevamente, ya que tenia a mis hijos estudiando en el colegio. Pagué reinscripción por los dos tres mil 400 pesos. A mi esposo no lo contrataron nuevamente y no le quisieron devolver el pago de la reinscripcion", acusó otra agraviada. Y como éstos, varios inconformes con lo que ocurre en el colegio Laureles.
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