La cloaca destapada al interior de la Secretaría de Salud del estado de Chiapas tiene hoy bastante nerviosos a ex funcionarios del “gobierno verde”, inmiscuidos en graves irregularidades relacionadas con el desvío de recursos, anómalos procesos en la compra de medicamentos y elevadas deudas a proveedores. Se trata de irregularidades que ya se encuentran bajo investigación y parecen haber soltado “los viejos demonios” contra la actual administración.
Hace dos semanas la Fiscalía General del Estado de Chiapas (FGE) dio a conocer el desarrollo de las investigaciones que se siguen en torno al “quebranto financiero” perpetrado contra la Secretaría de Salud estatal durante el gobierno de Manuel Velasco. El primero en ser citado para rendir declaración fue el ex director de Administración y Finanzas de dicha dependencia, Jairo Guillén Ramírez, acusado de delitos como: ejercicio ilegal del servicio público, abuso de autoridad y uso ilícito de atribuciones.
Y es que la investigaciones sobre las irregularidades dentro de la dependencia tienen bastantes meses en desarrollo. Desde el proceso de transición, en octubre y noviembre del año pasado, la nueva administración estatal ordenó iniciar una revisión exhaustiva de lo sucedido dentro de la Secretaría de Salud durante los últimos años del sexenio pasado; y las lista de anomalías no tardaron en salir a flote.
Las ya conocidas bodegas de medicamentos caducos y “recomprados”; la falta de documentos comprobatorios sobre la aplicación de millonarios presupuestos federales y estatales; y la millonaria deuda a proveedores con precios “inflados”, fueron los primeros ejemplos de la podredumbre en salir a la luz.
De acuerdo a datos de la propia dependencia estatal, tan sólo la deuda a proveedores del sector salud heredada por la administración de Manuel Velasco Coello asciende a más de cuatro mil 347 millones de pesos. En muchos de los casos se detectaron procesos de compra sin documentación fiscal comprobatoria, facturas infladas y una serie de procedimientos irregulares que ya se encuentran en investigación.
Las indagatorias apuntan de manera directa al ex titular de la dependencia Francisco Ortega Farrera, sus directores administrativos cercanos y, en un vinculo inevitable, al entonces secretario de Hacienda estatal, Humberto Pedrero Moreno, como responsable final de validar los procesos financieros dentro de todo el gobierno estatal. Se trata pues de dos figuras bastante cercanas al ex gobernador y hoy senador Manuel Velasco.
No es casualidad que “los demonios” se hayan desatado justo en contra del encargado de realizar las investigaciones sobre el quebranto a la dependencia. Las filtraciones sobre el presunto tráfico de influencias para beneficiar a empresas tabasqueñas (que bien podría tener cierta veracidad) o la supuesta orden de arresto administrativo contra el actual secretario de salud, José Manuel Cruz Castellanos, debido a un juicio mercantil, resultan sospechosamente coincidentes con las investigaciones judiciales a ex miembros de la “administración verde”.
Resulta evidente que los golpeteos contra Escandón Cadenas, respecto a lo sucedido en la Secretaría de Salud, tiene remitentes bastante adivinables; pero no puede haber marcha atrás. Lo hecho a la salud pública durante el gobierno de Velasco Coello debe enfrentar la justicia y llevar a los responsables tras las rejas. Las consecuencias de la corrupción y el saqueó tuvieron efectos directos en el bienestar de miles de chiapanecos para quienes la falta de un medicamento o insumos hospitalarios pudo haber costado la vida misma… así las cosas.
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