Apenas tenía 15 años. “Tenía toda una vida por delante. No debía terminar así”, fue el comentario generalizado entre vecinos y curiosos. El cuerpo del adolescente estaba suspendido al interior de su domicilio ubicado en la colonia San Juan Sabinito. Cerca de su cadáver había una carta póstuma donde explicaba los motivos que lo llevaron a quitarse la vida. “Odiaba mi vida”, dijo.
Las letras están en español, pero para los padres parece chino. No entienden nada de lo que leen. Todo es tan incomprensible, confuso. La carta dice que “ustedes no tiene culpa”, pero los padres se sienten culpables. Tal vez por no pasar más tiempo con el hijo, por no atender a los síntomas de alarma, por no alimentar la confianza del hijo hacia los padres, por no abrazarlo más, besarlo más.
Según el informe oficial, alrededor de las 09.00 horas de este día, al 911 llegó el reporte de que en una vivienda del callejón Ricardo Flores Magón de la señalada colonia, reportaban a un menor de edad cuyo cuerpo pendía de una soga atada al cuello.
Al lugar acudieron elementos policiacos y de Servicios Periciales de la Fiscalía General del Estado (FGE) realizaron el informe; los uniformados municipales señalaron que el ahora occiso, identificado como Alexander, fue encontrado colgado. Se presume que la fatal decisión fue tomada y consumada desde la madrugada de hoy.
Antes de su muerte, Alexander escribió una carta dirigida a sus familiares: “Perdón por todo, pero ya no pude salir adelante y ustedes no tuvieron nada de culpa, todo lo hicieron bien, pero lo hice para un bien social. Mamá, usted fue una gran persona, la admiro mucho, tanto a mi papá David, como a mi hermano, fueron un gran ejemplo para mí; cuiden mucho a mi hermano, lo amo tanto como a ustedes, saldrán adelante sin mí, no se culpen por esto, sólo quiero estar en paz, odiaba mucho mi vida, pero ya todo estará bien. Los amo mucho, cuídense entre ustedes, pues son lo único que tienen, sean unidos.
“Necesitaba alcohol para hacerlo, no fui un cobarde, pero sí necesitaba hacerlo para un bien común. Sí entienden mi letra, jajajaja ver…”.
Los padres del ahora extinto, se encontraban en el municipio de Oxchuc, enterrando a uno de sus familiares, cuando fueron informados de la tragedia en Tuxtla.
Fotografía Marco A. Rangel
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