No han buscado el aplauso del público. Su labor callada y anónima la realizan en favor de los más necesitados y vulnerables como son los niños con cáncer y alguna discapacidad. Sin embargo lo que se siembra se cosecha, es ley inviolable de la vida. Y hoy, los taxistas altruistas del grupo llamado SERVICIO DE CORAZÓN, recibieron su primer reconocimiento por parte de AMANC.
Doce taxistas, cual apóstoles del amor, se dieron cita a la convocatoria por parte de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer. María de Guadalupe Alejandra Castillo, fundadora y presidenta de AMANC, les dio el merecido galardón.
"Por su contribución altruista al prestar servicios de transportación sin costo a pacientes y familiares que luchan contra el cáncer infantil en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas", dice el diploma otorgado. Es un papel entregado, justo sería un laurel dorado. Pero el amor no se paga, se corresponde. Y hoy se ha correspondido.
Enhorabuena a estos taxistas que de corazón dan un poco de tiempo y recurso (combustible gastado) a los que pasan tribulación y crisis a causa del cáncer y alguna discapacidad. El principal reconocimiento es el que viene del cielo. Dios bendiga a estos nobles trabajadores del volante.
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Comprometidos con la verdad, listos para ser oídos, ojos y boca de la sociedad. Espacio para señalar lo malo y reconocer lo bueno.
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