La mujer no lo puede creer. Como Eva fue vilmente engañada por dos "serpientes" astutas. Ahora, tras descubrir el ardid y aterrizar en la dolorosa realidad, denuncia públicamente a los timadores para abrir los ojos a quienes como ella buscan una salida al problema del adeudo ante la CFE. Dos ladrones se hacen pasar por trabajadores de la paraestatal.
La mujer vive en la colonia Paseos del Bosque. La crisis económica hizo que se fuera rezagando en el pago de sus recibos de luz. Llegó el momento en que consideró imposible pagar. Y fue entonces cuando el espejismo de la solución llegó.
Frente a su casa se estacionó una camioneta blanca con logotipo de la Comisión Federal de Electricidad. De su interior descendieron dos hombres con uniformes de la CFE. "Le traemos la solución a su problema. Vamos a darle un buen descuento", le dijeron.
Creyendo que los enviados eran "ángeles" del cielo con uniforme de CFE, la mujer creyó. En primer lugar los hombres retiraron los tres medidores. Hicieron como que arreglaban algo y prometieron regresar en pocos días "con nuevos medidores que no consumieran tanta energía".
Para arreglar la deuda pendiente, pidieron una cantidad proporcional por cada recibo. Eran tres cuentas. Por una recibieron mil 800 pesos y por otra seis mil 200 pesos. No dejaron ningún comprobante. Indicaron que luego entregarían la hoja de no adeudo.
Transcurrieron dos meses ya desde entonces, y la mujer por fin abrió los ojos. Se dio cuenta del robo. Fue a la CFE donde corroboró el ardid: su deuda sigue y los "trabajadores" no son de la paraestatal. Como consuelo le repondrán sus medidores robados.
"Confiamos por ver la camioneta y el uniforme de la CFE. El descuento era atractivo", dice la mujer apesadumbrada y molesta consigo misma por caer en la tentación de la "serpiente" engañadora.
Ahora lo que busca es alertar a la ciudadanía para que no caigan en la trampa, pues seguramente estos facinerosos seguirán con su ilícito. Lo preocupante es que los ladrones cuentan con información de los usuarios. Saben quién debe y cuánto. Usan los datos para delinquir. Quién les da la información y cómo la obtiene?
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