En la Mira / Héctor Estrada...En plena pandemia disminuyen incendios forestales en Chiapas

La disminución de la actividad humana debido a la pandemia por Covid 19 parece haber impactado de manera directa en el número de incendios forestales que han afectado a Chiapas durante el 2020. Y es que, en comparación con el mismo período de 2019, durante la presente temporada de incendios las afectaciones de hectáreas siniestradas han disminuido en alrededor de un 40 por ciento.

De acuerdo a información de la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (SMAHN), de 1 de enero al 14 de mayo de 2020, Chiapas registró un total de 215 incendios con una afectación directa a 11 mil 689 hectáreas, mientras que en el mismo lapso de tiempo en 2019 la entidad ya registraba 297 incendios y 20 mil hectáreas siniestradas.

Hoy, pese a que la entidad se encuentra en tercer lugar de la incidencia a nivel nacional, las cifras parecen alentadoras y fortalecen las nuevas evidencias respecto a lo perjudicial de la actividad humana para el planeta. Se trata de un problema que tiene origen en la inconciencia social y la falta de medidas eficaces que permitan reducir la incidencia.

Y es que, de acuerdo a datos de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), cada año más del 90 por ciento de los incendios forestales son ocasionados por injerencia humana; de éstos, el 80 por ciento son provocados para actividades agrícolas como la preparación de los terrenos para la siembra y las áreas colindantes con los bosques para el alimento del ganado.

Desde septiembre de 2002 la Conafor es la institución federal encargada de operar el Programa Nacional de Protección contra Incendios Forestales en México, que tiene como objetivo proteger los recursos forestales de la presencia de incendios y atacar las causas que los originan. Son alrededor de 300 millones de pesos que se destinan anualmente para un rubro que con el paso de los años se ha agravado aceleradamente.

En Chiapas las condenas judiciales para castigar las quemas provocadas parecen no ser suficientes. Siguen siendo una práctica recurrente entre agricultores y comuneros. Los artículos 457 y 458 del Código Penal para el Estado de Chiapas sancionan este ecocidio con penas que podrían alcanzar hasta 12 años de prisión, sin derecho a libertad condicionada; pero poco han impactado para minimizar dicha práctica.

La disminución de la actividad humana generada por la contingencia epidemiológica parece un respiro para nuestro planeta, explotado y devastado durante siglos. Las imágenes de playas sin contaminación, el regreso de fauna silvestre a las áreas naturales o urbanas y, ahora, la reducción sustancial de incendios forestales nos hacen pensar en el daño que nuestra especie le hace a la Tierra.

La contingencia por Coronavirus parece buen momento para reflexionar sobre el daño generado por la otra amenaza planetaria: la provocada por la especie humana que más allá de las pandemias, desde lo individual o lo colectivo, contribuyen todos los días al colapso del único rincón del universo en donde, hasta hoy se sabe, podemos subsistir… así las cosas.