Sintiéndose dueño de la calle, un talachero utilizó un árbol como pizarrón para exigir "respeta mi espacio". Para asegurarse que lo leyeran lo escribió dos veces.
El hombre colocaba apartados sobre el bulevar Fidel Velázquez, frente al SESESP. Era "su espacio". Hoy el negocio ya no existe más, quebró a causa del Covid 19, como muchos otros, y por fin los automovilistas se pueden estacionar libremente. En realidad la calle no era del talachero, pero él la reclamaba como suya.
Como este talachero hay muchos en la capital chiapaneca, que se sienten dueños de la calle y colocan diversos objetos por diversas razones: estacionar su auto, evitar que tapen la visibilidad de su negocio, o por puro capricho. Y hay quienes incluso amenazan con dañar el auto que se estacione.
Así, ponen letreros de advertencia como: "Se pinchan llantas gratis", "se rayan autos gratis", respeta mi espacio y respeto tu carro", entre otros.
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