Que ya no hay lugares disponibles en el Panteón Municipal de Tuxtla, lo han dicho como loros y hasta el cansancio los directores de Mercados y Panteones de la capital chiapaneca. Pero lo que no dicen es que siguen vendiendo espacios en los pasillos. Usted lo puede comprobar en un breve recorrido.
Esta mañana fue observado un trabajador abriendo una tumba en pleno pasillo del panteón viejo, pegado a la malla sobre la 4ª Sur. El sitio es un pasillo principal. De por sí los espacios son reducidos y con esto dejan muy poco o ningún espacio para caminar. Se nota a leguas la desesperación por tener más dinero en la administración de Carlos Morales.
La dirección de Mercados y Panteones del Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez tiene a su cargo dos camposantos: el Panteón Viejo y el “Jardín San Marcos”, ya que los demás, aunque estén dentro de la ciudad son ejidales como el que está en Terán o Plan de Ayala, bajo sus propias administraciones.
En el Panteón Viejo se cuentan con 33 mil lotes ocupados (ya no cabe ni un alfiler) y hay 19 mil tumbas en el “Jardín San Marcos”. Es decir, en teoría ya no cuentan con lotes disponibles. En la práctica siguen vendiendo espacios que sacan de lugares inimaginables.
La administración de los panteones deja más de un millón de pesos anuales, por concepto de pago de derechos, sin contar los recursos adicionales en el transcurso del año con cada inhumación, por el cual se tiene que pagar un derecho o bien si quieren hacer alguna adecuación, construcción o ampliación en su lote.
También están las tumbas por las cuales no se paga el derecho (abandonadas), lo que quiere decir que el Ayuntamiento tiene la facultad -tras cinco años de no percibir el pago de mantenimiento- para retomar los lotes y asignarlos nuevamente. Hay un promedio de 20 por ciento en esta condición.
La construcción de un nuevo panteón en la ciudad capital es una necesidad urgente, pero nadie le quiere poner el cascabel al gato (sería fuerte la inversión, a menos que alguien lo done como ocurrió con Jardín San Marcos, donde don Alfonso Guillén dio el espacio). Carlos Morales no contempla gastar (no en obras), debe ahorrar para su posible reelección.
MORALEJA
Ya no hay espacios en panteones
Lo dicen hasta el cansancio
Pero voraces como leones
Incurren en un vicio rancio
Venden espacios prohibidos
Construyen tumbas en pasillos
Ya no se portan cohibidos
Lucran abiertos, los abusadillos.
Lo hizo Juan, lo hace Carlos Morales
Lo harán los que vengan, sin dudar;
Hay que llenarse los morrales
Hay que lucrar, hay que ganar.
Se acerca Día de Muertos
Y la alcaldía hará negocio
Para eso si están despiertos,
Para servir, prefieren el ocio.
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