La pesarosa madre dio el último adiós a su bebé, que falleció producto de la golpiza que le dio el padre cuando estaba embarazada.
“Que vayas con Dios, Blanquita”, fueron las últimas palabras a la bebé de Juniet de Los Ángeles Miranda López, joven víctima de violencia intrafamiliar.
Blanquita es el nombre que había escogido Juniet para su hija, como homenaje a su abuela materna. Era la bebé que la joven madre tanto anhelaba tener.
Esta mañana Juniet cargó en sus brazos a Blanquita, y mientras le ponía su pijama blanca que le había guardado, le dedicó las palabras más hermosas que una madre puede decirle a una hija.
Aferrada al cuerpecitoinerte y empapada en llanto, le susurró palabras imaginando que su hija podía escucharla. Era un duelo en el tiempo.
"Blanquita te esperaba con muchos sueños, y te miraba en mis brazos, pero no así. Me ha hecho sentir bien haberte vestido", musitó.
EL FUNERAL
Aferrada a su preciosa y anhelada bebé, Juniet no podía entender por qué estaba muerta. El llanto no paró y la cargó en sus brazos hasta el campo santo. Sabía que había llegado la hora de despedirse por última vez de su angelito, se quedó con ella, le acarició su rostro y manos, mientras miraba a su primera hija.
EL MIEDO
En medio de su dolor, Juniet expresa su miedo, el miedo de lo que ahora pueda pasar. Alan Aarón Ampié Vanega, su pareja, fue detenido y está siendo investigado por los cargos de violencia intrafamiliar y por la muerte de la bebé, a consecuencia del maltrato que recibía.
Fuente: B. Medina
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