Lejos de ganar simpatía con la publicación pagada, Willy Ochoa se ha ganado el repudio y la crítica de la sociedad. Y es que adelantándose a los tiempos, queriendo sacar ventaja a los otros suspirantes que buscan ocupar la silla que dejará en breve Carlos Morales en Tuxtla, convocó a “vecinos”. La imagen es elocuente: sin sana distancia y sin cubrebocas, los “amigos” de Willy rodean la mesa. Parece que importa más la campaña política y no la salud.
La escena recuerda a la pintura de la “Ultima cena”. Claro, Willy no es ni una caricatura de Jesús, el gran líder y desprovisto de la avaricia sin fondo que caracteriza al grandote Ochoa. ¿Será que ésta podría ser para algunos una de las “últimas cenas”?
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