Como se había advertido, la coalición encabezada por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) para enfrentar las elecciones intermedias del 6 de junio próximo en Chiapas terminó por fraccionarse. Las negociaciones para concretar una alianza homogénea concluyeron con un acuerdo a medias para intentar satisfacer, así, medianamente todos los intereses en disputa.
Los jaloneos al interior del
partido para definir la participación del Partido Verde Ecologista de México
(PVEM) dentro de la coalición “Juntos Hacemos Historia” se convirtieron en un
verdadero campo de batalla que puso en serias complicaciones al actual
dirigente estatal de Morena, Ciro Sales.
Desde el centro del país, durante
meses, Manuel Velasco y su grupo cercano ejercieron una insistente presión
sobre las dirigencias morenistas para también concretar la alianza nacional
(entre Morena, el PT y el Partido Verde) en la entidad chiapaneca. Fuentes
extraoficiales aseguran que hasta el propio presidente de la república fue
involucrado para influir en las negociaciones, pero terminó desentendiéndose
del asunto.
La participación activa de algunos
liderazgos nacionales (muy allegados a Velasco) y el propio Ciro Sales para
impulsar la alianza nacional en lo local terminaron generando una fractura
importante al interior de la militancia estatal. No había forma de consumar el
capricho de Velasco y sus aliados en la entidad chiapaneca sin que eso significará
una crisis interna, a sólo unos meses de las elecciones, con la Cabeza del
propio dirigente estatal en juego.
Las negociaciones tuvieron que
llegar hasta los últimos días del plazo límite. A Morena no le quedó de otra
que fraccionar su coalición en “dos rostros distintos” dentro de las boletas
electorales: uno para las elecciones a diputaciones locales acompañado del
Partido Verde y otro sólo acompañado de los pequeños partidos satélite para la
disputa por los ayuntamientos.
El Partido Verde de Manuel
Velasco tuvo que conformarse con las candidaturas al congreso local en 22 de
los 24 distritos electorales existentes, además de la contienda por las
diputaciones federales donde también habrá alianza. Se quedó finalmente fuera
de la coalición para la contienda por los ayuntamientos, que era justo uno de
los principales objetivos del ex gobernador chiapaneco dentro de las
negociaciones.
De esta forma, el Verde tendrá
que ir en solitario por todos los ayuntamientos de Chiapas. Sin embargo, sí
consiguió encabezar 7 candidaturas dentro de los 22 distritos electorales en
los que irá junto a Morena por las diputaciones locales. A Morena le
corresponderán nueve candidaturas, al PT cuatro, a Chiapas Unido una y Mover a
Chiapas la candidatura restante. En dos distritos el PVEM competirá solo por
las respectivas curules.
De manera precisa el partido
Movimiento de Regeneración Nacional encabezará las candidaturas al congreso
local en los distritos I (Tuxtla Oriente), II (Tuxtla Poniente), III (Chiapa de
Corzo), XI (Nuevo Solistahuacán), XIII (Copainalá), XVII (Motozintla), XVIII
(Tapachula Norte), XIX (Tapachula Sur) y XXII (San Juan Chamula)
El Verde encabezará candidaturas
en los distritos IV (Venustiano Carranza), VII (Ocosingo), VIII (Yajalón), X
(Bochil), XII (Pichucalco), XIV (Cintalapa) y XXI (Tenejapa). El PT llevará
candidatos en los distritos VI (Comitán), IX (Palenque), XV (Tonalá) y XXIII
(Villaflores). Mientras que Mover a Chiapas encabezará fórmula en el distrito
XX (Las Margaritas) y Chiapas Unido en el distrito XXIV (Cacahoatán).
Así es como Morena irá con dos
rostros distintos en las boletas electorales para enfrentar los comicios
locales. Ha decidido priorizar a los ayuntamientos contra los riesgos
electorales que implica la compañía del Partido Verde, sacrificando al menos
siete de sus diputaciones en el congreso local. No quedó de otra que tratar de
conciliar exigencias y riesgos, dejando una sensación amarga de conformidad a
medias para todos los frentes del jaloneo interno, cuyos resultados se verán el
próximo 6 de junio… así las cosas.
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