En medio del absurdo “periodo de reflexión” planteado por la rectoría, las y los estudiantes de la Facultad de Medicina Humana de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) han asumido las riendas de la situación y planteado acciones concretas para atender una crisis que la propia autoridad universitaria hoy contempla desde el silencio, la incongruencia y la inacción ante el reclamo de justicia para Mariana.
Este martes estudiantes, colectivos feministas y ciudadanas salieron a las calles para alzar la voz por la jovencita de sólo 24 años que el pasado 28 de enero fue encontrada muerta en el lugar donde realizaba su servicio social a causa de la violencia feminicida, pero también por las omisiones institucionales que le dieron la espalda y la dejaron sola.
Así, la exigencia de justicia se hizo escuchar mediante un conjunto de marchas simultaneas que recorrieron al menos cinco municipios de la entidad. Pero las y los compañeros de Mariana también hicieron público un pliego petitorio dirigido a las autoridades de los tres niveles de gobierno, incluido el presidente de la república, que de manera muy clara y precisa detalla nueve puntos de acción urgente que, sin más explicación y en respaldo a su causa, reproduciré textualmente a continuación:
PRIMERO: Exigimos que, considerando una PERSPECTIVA DE GÉNERO, de conformidad a la Ley General del Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, se logre el avance, celeridad, transparencia, y profundidad en la investigación que se realiza a propósito del fallecimiento de nuestra compañera MARIANA DE LOURDES SÁNCHEZ DÁVALOS, a fin de que se logre JUSTICIA y no recaiga en un caso más de impunidad para su agresor, agresora o agresores, exigiendo además apoyo psicológico, económico, social y jurídico para lograr la reparación del daño para los familiares de nuestra compañera.
SEGUNDO: Exigimos que se garantice y respete plenamente el ejercicio de nuestros derechos de libre expresión y protesta pacífica. Así, condenamos cualquier tipo de represión, dispersión o limitación del ejercicio de este derecho por parte de las autoridades universitarias y gubernamentales, razón por la cual no deberá ser este motivo para imponer faltas, sanciones, amenazas sobre la liberación de papeles y retenciones de becas, entre otras actitudes represivas y antidemocráticas a los Médicos Pasantes de Servicio Social o Internos de Pregrado que se solidaricen.
TERCERO: Exigimos un cambio en los procesos de asignación de las plazas de Servicio Social, y con ello, la cancelación y revocación de plazas al interior del estado de Chiapas en las que el Estado no sea capaz de garantizar la seguridad e integridad de los Pasantes de Servicio Social de las carreras de Medicina; que nuestros compañeros de las siguientes sedes sean reubicados para continuar con su proceso formativo, esto de manera PREVENTIVA:
• UMR 460 TZAJALA/CHILÓN
• UMR 239 AURORA ESQUIPULAS/ ALTOS
• UMR 282 NUEVA PALESTINA/JALTENANGO/ALTOS
• UMR 292 TENOCHTITLÁN
• RÍO CHANCALÁ/ PALENQUE
• LA UNIÓN/ PALENQUE
• SANTA MARÍA/ SALTO DE AGUA
• C. S. NUEVA ESPERANZA PROGRESISTA/ PALENQUE
CUARTO: Exigimos, que en lo consecuente y a la posterioridad, TODAS las plazas de Servicio Social de Medicina en el estado de Chiapas sean homologadas con la Federación, a fin de que en los casos que se requiera, estas sean acompañadas de becas para gastos de alojamiento y alimentación de los estudiantes, independientemente de los estímulos por excelencia académica.
QUINTO: Exigimos a las autoridades del Estado de Chiapas que todas y cada una de las sedes tengan médicos de base, pues la realidad en la que vivimos los pasantes del servicio social es otra, somos considerados como médicos de base ante la falta de personal idóneo, sin embargo, no contamos con un contrato laboral ni los derechos inherentes que exige la Ley Federal del Trabajo o la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado. Además, exigimos que no sea obligatoria la permanencia de los Pasantes de Servicio Social en las comunidades en las que han sido designados.
SEXTO: Exigimos también las reformas y modificaciones necesarias para que los Pasantes de Servicio Social en Medicina seamos definidos como estudiantes universitarios con derechos laborales como seguridad social y remuneración ante riesgos propios del desarrollo de nuestras actividades.
SÉPTIMO: La destitución inmediata de autoridades, la Subdirectora de Educación y Enseñanza en Salud del Instituto de Salud del Estado de Chiapas MTRA. MARIANNA LAZOS SALGADO, el Coordinador de Enseñanza de la Jurisdicción Sanitaria VI DOMINGO LÓPEZ MENDOZA, por omisiones, indiferencia e insensibilidad respecto de las denuncias de nuestros compañeros que han denunciado acoso y hostigamiento que han sufrido por parte de pobladores, superiores en Centros de Salud, Hospitales, Clínicas y Escuela; en específico, del caso de nuestra compañera MARIANA DE LOURDES SÁNCHEZ DÁVALOS.
Así también, la destitución inmediata de la directora de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Chiapas, DRA. ANA MARÍA FLORES GARCÍA, así como el coordinador de Internado Médico de Pregrado y Servicio Social, DR. CARLOS ALBERTO LÓPEZ JIMÉNEZ, por omisiones, indiferencia e insensibilidad respecto de las denuncias del alumnado.
OCTAVO: Exigimos que, ante el riesgo que corremos los Pasantes de Servicio Social y los Estudiantes de Medicina del Estado de Chiapas, seamos considerados como personal prioritario para el proceso de vacunación que coordina el Gobierno de México, exigiendo además los insumos de protección necesarios para la atención de pacientes durante la contingencia sanitaria provocada por el virus SARS-CoV2.
NOVENO: Apertura de una Comisión de Género que se encargue de la resolución y prevención de conflictos relacionados con la violencia de género, para la generación de reportes ante denuncias que puedan ocurrir en todas las instalaciones donde realicemos actividades necesarias para nuestra formación, plataformas educativas, etc.
Se trata pues de exigencias justificadas que buscan una justicia integral, no sólo para castigar a los responsables de lo sucedido con Mariana, sino también para evitar que ninguna otra “Mariana” más vuelva a ocurrir en Chiapas.
Y es que, este doloroso caso debe servir para transformar y cambiar las formas que se estaban haciendo mal desde años, para eliminar vicios de explotación estudiantil y establecer nuevos modelos que garanticen la seguridad de los estudiantes sobre toda ambición e indiferencia institucional en México… así las cosas.
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