Con paciencia desarrollada para saber esperar, el desalmado hombre aguardó el momento oportuno y con sangre fría entró al local comercial. Tomó lo que vio de valor a la mano: Dos lentes de marca. Y huyó como si nada. Su acto ilícito quedó registrado en las cámaras. Debe quedar en la memoria de las potenciales víctimas para no “engordarle el caldo” a este ratero.
En la óptica denominada “Más imagen”, que está ubicada en la 6ª. Poniente entre Avenida Central y 1a Norte, la señorita que atiende la recepción, ingresó al gabinete de exámenes para atender al único cliente que llegó. Descuidó así la entrada del negocio.
El momento fue aprovechado por un hombre que ya estaba acechando. Con paso decidido ingresó al local. Primero buscó atrás del módulo de recepción, esperando que la mujer hubiera dejado su teléfono celular. No fue así. Para no irse con las manos vacías, el facineroso miró a su alrededor. En pocos segundos, nada tonto eligió en los aparadores dos pares de lentes de marca, con precio de cuatro mil 400 pesos. Y huyó.
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