En tremenda aflicción metieron a un “viene viene”, que finalmente se salió por la tangente, apenado porque sus “clientes” chocaron en su territorio. En vez recibir su esperada propina, solo obtuvo angustia de espíritu por el inexplicable choque.
El acomodador voluntario de autos, mejor conocido como “viene viene”, estaba triste, como el día nublado; pocos autos llegaban al lugar. De repente salió el sol y se iluminó su rostro con una sonrisa al ver que llegaban vehículos al estacionamiento del mercado 5 de Mayo, sobre la 2ª Norte entre la 11 y 12 Oriente.
El sol siguió radiante, pero la risa del “viene viene” se eclipsó cuando el taxi con número económico 3686 y placas 9322 -BHH, colisionó contra la camioneta marca Dodge tipo Ram, placas CV 6028-B. Uno entraba y otro salía. El “viene viene” daba salida a uno y a la vez entrada a otro. Eso nunca le había ocurrido. Y le salió mal en su primera vez. Debió esperar a que uno saliera para que entrara el otro.
Los curiosos se arremolinaron y los implicados voltearon a ver al “viene viene”, que apenado agachó la cabeza y comenzó a alejarse cada poco. Su día había acabado, con sol radiante y su sonrisa eclipsada, sin nada de propina.
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