Un ciudadano llevó a su esposa a su trabajo, en la Central de Abastos de Tuxtla Gutiérrez. Llevaba casco protector, pero no cubrebocas. Ingresaron sin ningún problema, pero al llegar a la nave donde dejaría a su esposa, uno de los vigilantes que lo había seguido, lo detuvo.
El motociclista hizo el intento de irse y el vigilante habló por radio pidiendo a los de la entrada que no dejaran salir al hombre, solo por no llevar cubrebocas. Se pararon enfrente de la moto dos y otros dos llegaron por la espalda, para someterlo y derribarlo del biciclo.
“Los policías escucharon la versión de los vigilantes, no a mi esposo que fue la víctima, que porque ellos lo llamaron”, narró la esposa del agraviado.
En el video proporcionado, se escucha a la mujer que grita desesperada pidiendo ayuda. Es que el esposo estaba mal porque lo estaban asfixiando y le dice “amor ayúdame”. La mujer le dice a los vigilantes que lo dejen, que su esposo sufre del corazón y si le pasa algo ellos serán los culpables. Aun así no lo sueltan. Durante mucho tiempo lo mantienen sometido en el suelo.
La policía llegó y dijo ser “imparcial”, pero el comandante reconoció que atendió la denuncia de los vigilantes porque ellos tienen radio y pidieron apoyo por esa vía. Al final se llevaron detenido al motociclista a “La Popular” por “riña callejera”. Y perdió su día laboral. Todo por no llevar cubrebocas.
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