• Por culpa del taxista que no entregó la cuenta, desvalijó la unidad NP 0452 y lo detuvieron por conducir ebrio. La noticia puso mal a don Roberto que fue internado.
Francisco sonríe ante la pregunta de su compañero que trata de ponerle buena cara al mal tiempo mientras graba la escena, pero por dentro está que explota de coraje. Francisco es el encargado de administrar el negocio de Roberto Enrique, el dueño del taxi con número económico NP 0452.
Al revisarlo, lo encontraron sin catalizador ni compresor del clima. El tanque de combustible estaba vacío. Mauricio, el taxista, en vez de trabajar se dedicó a parrandear con el taxi, y para tener con que seguir tomando desvalijó la unidad. Así fue detenido por conducir en estado de ebriedad.
Al enterarse de la situación, don Roberto se puso muy mal. Fue internado en el sanatorio Ana Isabel. Qué necesidad. Ahora don Roberto deberá pagar los días de hospitalización, el arrastre de la grúa, y la pensión en el corralón. Todo por culpa de un taxista que abusó de la confianza otorgada. El agraviado podría demandarlo por eso.
“Si usted tiene taxi o colectivo y llega a pedirle trabajo un tipo de apellido Cordero, no se confíe, es un ‘dragón’, es de lo peor, promete trabajar bien, pero vea en lo que terminó”, dijo Francisco”.
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