• Él es taxista, ella funcionaria de Gobierno del Estado. Él es arrebatado, ella es precavida. Él se apasionó tras el choque, ella tiene sangre fría.
Él es taxista, ella funcionaria de Gobierno del Estado. Él es arrebatado, ella es precavida. Él se apasionó tras el choque, ella tiene sangre fría. Ella tiene un buen sueldo en la Fiscalía General, él depende de lo que saque en el día. Por eso ella maneja sin prisa, por eso él no esperó, avanzó y provocó el choque.
La camioneta marca Mazda color gris, placas del estado de Chiapas, avanzaba de poniente a oriente sobre el libramiento Norte. Conducía una dama. Tras cruzar frente al hospital del ISSSTE y llegar al crucero previo al entronque con el bulevar Centenario del Ejército Mexicano, un auto Tsuru se atravesó.
La parte delantera lado izquierdo de la camioneta dio en la parte lateral izquierda, parte trasera de la unidad de transporte público. El chistecito le saldrá como en 35 mil pesos. Por fortuna el taxi aunque viejito está asegurado, pero del pago del deducible (100 UMA, unos nueve mil pesos) no se salvará el pobre trabajador del volante. La prisa no es buena consejera, nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario