TUXTLA / UN GRITO A TIEMPO POR FALTA DE REJILLAS EN ALCANTARILLA

• Vecinos temen se repita la tragedia de la Central de Abastos donde Raúl y Giovani perdieron la vida el viernes 11 de junio.

“No, no queremos que pase de nuevo lo que ocurrió en la Central de Abastos”, dice Emma y por eso lanza el grito a tiempo. No debe cumplirse otra vez con pérdida de vidas el refrán de que “ahogado al niño a tapar el pozo”. Los vecinos del barrio San Francisco temen que alguien caiga en la alcantarilla pluvial abierta. Las rejillas se movieron desde hace mucho tiempo. Ya es hora de clocarlas en su lugar.

Es la privada de la 3ª. Oriente y 20 Sur del barrio San Francisco, al sur oriente de Tuxtla Gutiérrez. Las calles aledañas lucen con muchos baches, pero eso aunque incomoda a los vecinos, no les preocupa, no pone en riesgo la vida de nadie. Pero la falta de rejillas en una alcantarilla pluvial abierta sí les roba el sueño. Los asusta. Por eso es que recurren a este medio y piden por favor publicar su clamor. En realidad la rejilla está en el lugar, fue arrastrada por la corriente pluvial o alguien intentó robarlas. Los vecinos han intentado colocarlas en su sitio, pero pesa mucho.

Cerca hay un arroyo. En la cuadra viven personas de la tercera edad, niños, discapacitados y circulan autos. “Cuando llueve toda el agua del libramiento Sur viene a dar acá y no se ve el gran hoyo que hay. De noche alguien puede caer y repetirse la historia de la Central de Abastos”, resalta Emma, que vive a unos metros del sitio riesgoso.

Ella se refiere al fatídico viernes negro del 11 de junio del 2021, cuando Raúl y Giovani cayeron al agujero por falta de rejilla en la alcantarilla maldita en la vía aledaña al centro de abastos. Giovani fue encontrado el domingo en el tapón del río Grijalva y Raúl el lunes, en el Sabinal, en la colonia Salinas de Gortari.

Fue ese mismo lunes 14 de junio por la tarde, mientras sacaban el cuerpo de Raúl, que la unidad del Ayuntamiento capitalino llegó con unos 12 trabajadores y la rejilla metálica que debió colocarse mucho tiempo antes y cuya ausencia costó las dos preciosas vidas. Una vez más se cumplió de forma lamentable el viejo refrán: “Ahogado el niño a tapar el pozo”.

En el barrio San Francisco no quieren que pase eso. Por eso elevan su clamor a tiempo.