TAPACHULA / Mexicanas no le hacen "fuchi" a los haitianos

*Fiebre de bodas entre caribeños y mexicanas

* Obviamente es por conveniencia de los extranjeros. Pero las mexicanas se "sacrifican" porque reciben una buena recompensa.

"Siempre había suspirado por un mi morenazo y hasta que se me hizo", dice Margarita (seudónimo) quien acaba de casarse con Edwin, un haitiano que tras buscar su documento oficial en el Instituto Nacional de Migración en Tapachula, la Comar le indicó que debía esperar de 6 meses a un año para recibir el aval oficial y seguir hacia Estados Unidos. Magy le abrevió la espera. Y se le gratificará con una buena suma.

Mientras esperan la llegada del tiempo para recibir el ansiado documento oficial, las mujeres haitianas en Tapachula y otras delegaciones del INM tejen trenzas a mujeres y niñas por las que cobran de 10 a 20 pesos. Necesitan dinero para su estancia en México.

Los caribeños están pagando más de 20 mil pesos para obtener un documento que regularice su estancia en nuestro país y así llegar a la frontera norte con esperanza de cruzar hacia Estados Unidos.

Pero los que aprovechan mejor su tiempo son los haitianos. Y eligieron una mejor opción, conquistar a las mexicanas. Ofrecen de 25 a 30 mil pesos a quien se case con ellos para obtener la nacionalización y poder transitar libremente por el país sin ser detenidos. Y les está funcionando.

De acuerdo con información oficial, en las oficinas del Registro Civil de Chiapas, Baja California, Chihuahua, Tamaulipas, Puebla y Guanajuato, del 1 de septiembre a lo que va de octubre han habido 42 matrimonios entre mexicanas y haitianos, la cifra más alta desde el año 2000.

Un caso es el de Luisa, quien viajó desde la Ciudad de México a Tapachula el mes pasado para contraer matrimonio con Leroi, originario de Haití, a cambio de 25 mil pesos y los gastos del traslado.

Según narra ella, fue contactada a través de un “amigo”, quien labora en una asociación de protección de derechos humanos.

Luisa dijo estar consciente de la situación e incluso aseguró no sentirse ni siquiera atraída por quien será su nuevo esposo.

“A lo mejor no está bien, pero si yo le puedo ayudar y él a mí, no le veo lo malo”, afirmó Luisa quien prefirió abandonar su trabajo en un call center para trasladarse a Chiapas a casarse con Leroi.

En opinión de Javier Urbano, especialista en el tema migratorio, los migrantes ven en el matrimonio una solución al impedimento de circular por el país por lo que buscan a personas mexicanas dispuestas a contraer matrimonio a cambio de un apoyo económico que puede alcanzar los 30 mil pesos mexicanos.

Cabe señalar que ofrecer esas cantidades a cambio del documento que les permitirá viajar libremente por México es mínima si comparamos que atravesar el país con "coyotes" cuesta alrededor de 200 mil.