TUXTLA Tunda a oficial por pasarse de gandalla

• Agentes de Tránsito Municipal ganan a costilla del ciudadano que pierde. Por cada grúa solicitada reciben 500 pesos, en promedio

La grúa a un lado, como testigo mudo y como causante de la riña, sirve de fondo a la pelea callejera protagonizada por un oficial de Tránsito Municipal y un hombre cuya motocicleta está sobre el camión. El ciudadano considera que hubo abuso de autoridad. El funcionario asegura que solo cumplió su deber y fue agredido. La gente y más policías se arremolinan. Escenas como éstas pueden ser cotidianas en el Centro de Tuxtla Gutiérrez.

El hombre alto, fuerte, dominó al policía joven, pero de estatura baja. Lo sometió y tiró sobre el piso de la calle Central Sur, en el corazón de la capital chiapaneca. La gente se arremolinó y también llegaron más policías.

- No me quiere dar mi boleta de infracción –alega el ciudadano

El policía golpeado se olvida de su rival y persigue a un hombre que los separó. Lo acompaña un policía armado con una pistola de cargo, la cual agarra a cada rato como para intimidar al ciudadano.

- Desde hace rato nos están golpeando –afirma el oficial.

Presuntamente el motociclista infraccionado y tres personas más golpearon a dos policías de Tránsito Municipal.

El motivo fue que una moto estaba estacionada en zona de parquímetro y no pagó su derecho. El oficial, en vez de aplicar la multa, llamó a una grúa. Y eso molestó al ciudadano, desatando la riña callejera.

Y aunque la gente presionó para que la motocicleta fuera bajada de la grúa, a una señal del comandante de Tránsito Municipal el camionero se retiró con el biciclo a bordo.

Es un secreto a voces que los agentes de Tránsito Municipal reciben su "mochada" de unos 500 pesos por cada servicio de grúa solicitado. Y de pilón, si el agente se aplica entregando muchas infracciones, para fin de mes tendrá su bono. A los agentes más productivos, que entregan más infracciones, los estimulan con pagos extras que oscilan los cinco mil pesos mensuales en promedio. Por ello su celo en multar a diestra y siniestra. Los policías ganan. El ciudadano, pierde.