Las notas informativas publicadas por medios de prestigio nacional como Proceso y El Universal desataron confusión y generaron la impresión en muchos lectores de que el asunto ya había sido resuelto a favor de Oaxaca; por lo que Chiapas había perdido ya ese territorio y la disolución definitiva del municipio chiapaneco Belisario Domínguez, ubicado dentro del perímetro, era un hecho.
Lo cierto es que dentro del caso todavía no existe sentencia definitiva. Lo que sucedió este lunes fue el reingreso del tema, con su respectivo proyecto de resolución, al Pleno de la SCJN para comenzar el análisis de fondo. Es decir, la Suprema Corte aceptó entrar nuevamente a resolver el conflicto territorial entre Chiapas y Oaxaca que se disputan el territorio de Los Chimalapas desde la década de los 40.
Este 8 de noviembre el Pleno de la Corte apenas pudo resolver los temas de competencia en la sesión debido a que sus integrantes se enfrascaron en una discusión sobre si era adecuado no analizar los temas de constitucionalidad sobre las leyes estatales que cada entidad ha emitido sobre el tema, y luego sobre si había o no terminado el plazo legal para solicitar a la SCJN la resolución de este conflicto.
Y es que, el asunto data desde el año 2012 cuando el Congreso de Chiapas, a propuesta de Juan Sabines Guerrero, creó de manera unilateral el municipio de Belisario Domínguez dentro de la zona en conflicto. La decisión provocó de inmediato reacciones de rechazo entre los pobladores de Oaxaca quienes obligaron al entonces gobernador Gabino Cué a presentar una controversia constitucional.
El asunto fue presentado primero a la Suprema Corte, pero luego se llevó a cabo una reforma constitucional que facultó al Senado para resolver los conflictos territoriales entre estados. Sin embargó, el tema nunca fue retomado por los legisladores. Finalmente, otro cambio a la carta magna regresó esta responsabilidad al máximo tribunal, por lo que después de casi una década se encuentra hoy de nuevo en poder de las y los ministros.
Arturo Zaldívar tuvo que hacer un llamado a sus compañeros para que se aceptara resolver el tema como un asunto que -dijo- implica un problema político y social bastante grave. “¿Vamos a tomar una decisión formalista, letrista, para dejar el asunto simplemente sin resolver, y que esta situación permanezca con todo lo que implica? ¿o nos tomamos en serio la responsabilidad de tribunal constitucional, usamos el principio de pro accione y no sólo admitimos a trámite sino resolvemos este asunto?”, sostuvo el ministro presidente.
Así fue como la SCJN decidió entrar al fondo del asunto y analizar el proyecto de sentencia del ministro Fernando Franco González Salas, que tiene como propuesta inicial establecer la línea limítrofe entre ambas entidades para fijar su inicio: “en la barra de Tonalá, a los 16° de latitud norte en dirección noroeste hasta el cerro de Chilillo, a fin de continuar con dirección noroeste hasta el cerro de la Jineta y luego con rumbo noreste hasta el cerro de los Martínez”.
El proyecto de resolución sí propone dar la razón a Oaxaca para echar atrás la reforma constitucional del estado de Chiapas que incorporó el territorio en disputa a la entidad mediante la creación del municipio Belisario Domínguez. Además, emplaza a los congresos de Chiapas y Oaxaca a realizar dentro de los próximos 30 meses consultas entre los pueblos indígenas de la zona para resolver los conflictos que se han generado por esta larga disputa, y que incluso han provocado varios choques armados.
No obstante, la primera propuesta de línea limítrofe aún será debatida. El Pleno de la SCJN determinó que será este jueves 11 de noviembre cuando se continúe con dicha discusión, por lo que al tema aún le quedan varios días o semanas de debates, jaloneos políticos y definiciones, con el objetivo de poner fin, de una vez por todas, a un conflicto que se ha demorado más de medio siglo entre omisiones, devastación ambiental y violencia asesina… así las cosas.
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