En plena hora "pico", al chófer de una pipa de agua se le ocurrió cerrar la 2a. Oriente entre 1a Sur y Avenida Central. Colocó unas sillas de madera en la esquina y tranquilamente descargó el vital líquido en el hotel San Marcos. Esta maniobra, sin permiso, trastocó la circulación vehicular. "El dueño de este hotel se siente dueño de la calle. ¿Y Tránsito Municipal?" cuestionaron los afectados.
Por otra parte, en la tienda City Club oriente, de Plaza Poliforum, el policía privado cerró el paso peatonal sobre la acera y parte del corredor comercial. La molestia de los clientes fue que además de impedirles el paso, afectó especialmente a las personas que usan sillas de ruedas, pues incluso taparon las rampas de acceso. "Son órdenes del gerente", respondió el vigilante a quien lo encaró.
Finalmente un motociclista reportó que una aplanadora estaba circulando sobre la Calzada de las Etnias. "Pues donde hay baches está bueno que pase a ver si los empareja, pero al ir por vías primarias afecta la circulación. Debería ser subida a un tráiler o grúa", dijo el motociclista que grabó la escena y pidió a Tránsito Municipal regular esta anomalía.
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