* Era el "Tupperware" de los abuelos. Ya casi no hay y ni se usa.
Antes nacían sólitos en los montes. Ahora, con la tala inmoderada de árboles, están a punto de extinguirse. En Tuxtla, sólo se ve y se oye nombrarlo en conocido restaurante, donde se anuncia con campanas cada vez que un valiente tomará el contenido de bebida alcohólica. Antes, los abuelos llevaban allí su agua para el pozol o saciar su sed por el largo camino y el arduo trabajo en el campo.
Javier Guillén, de 75 años de edad, conserva impecable su pumpo. Ya no trabaja en el campo por un sueldo, pero sí en su terreno cercano. A la hora del pozol (12 del día) toma agua de su pumpo y bate el pozol en.su jícara. En cada sorbo afloran los recuerdos de cuando acompañaba a su padre, don Alfonso Guillén, a las arduas jornadas de sol a sol. Entonces, como ahora, no le podía faltar el pumpo de agua.
Y mientras Javier observa su viejo pumpo evocando su infancia y juventud, en el restaurante ubicado sobre Avenida Central y 7a Oriente de Tuxtla se oye el grito: "sale el pumpo". Son los meseros que gritan mientras tocan la campana y sirven la bebida con base en piña, vodka, hielos, agua mineral, azúcar y limón entero. El licuado se sirve en el envase térmico natural llamado pumpo.
Los pumpos, toles o jicalpestes, son elementos icónicos en la Fiesta Grande de enero de Chiapa de Corzo. Los toles o jicalpestes son usados por las chiapanecas al transportar distintos objetos como confeti o dulces, mientras que los pumpos se llenan de agua para hidratar a los parachicos en sus bailes tradicionales.
El pumpo y el tol provienen de la Lagenaria siceraria, una especie tropical, perteneciente a la familia de las cucurbitáceas. "Son diferentes semillas", explican Javier y a Rosalía. El pumpo y tol se obtienen de guía. La jícara y el bocho, son del árbol llamado morro, dicen.
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