* Se le conoce como “callejón La Salle”, “callejón la Ford” o “callejón Isabel Sabines Aguilera”. Es de un sentido y circulan en doble
“¿Y cómo es que se llama, pues, esta bendita calle?”, pregunta con los hombros encogidos el automovilista. El callejón es conocido con tres diversos nombres. En realidad debería llamarse “ilegalidad” porque los tres nombres no son oficiales. Es más, la circulación es de un “solo sentido”, pero la mayoría circula en doble sentido. Es un tramo sin ley.
“¿Usted sabe cómo se llama esta calle?” se le pregunta a un automovilista. “Ni idea”, responde.
Ante la misma pregunta, cuatro de 10 cuestionados coinciden en que se llama “callejón La Salle”. “Así la conocemos desde años”, aseguran. Tienen razón, pero no están en lo correcto.
Durante el sexenio de Juan Sabines Guerrero, alguien colocó un señalamiento vial que indicaba que el nombre de la vía era “Isabel Sabines Aguilera”, hija del gobernador en turno.
El anuncio despertó polémica. “Está mal. No se puede asignar el nombre a una calle sólo por ser hija del gobernador. Debe haber algún mérito”, se dijo esa vez.
El señalamiento de lámina desapareció tras la partida de la familia Sabines Aguilera.
La gente siguió nombrando “callejón La Salle” a esa vía que une al bulevar Ángel Albino Corzo con el bulevar La Salle y el colegio del mismo nombre.
Tras un recorrido de este medio, en una pared se observó que dice: “Callejón la Ford”. “Es por la agencia automotriz de aquí cerca”, explica un vigilante privado.
“Y como está la tienda grandota también, a lo mejor dentro de poco lo bauticen con ese nombre”, dice riendo un peatón enterado del motivo que dio nombre al callejón.
Sí, es risible, pero es preocupante la falta de orden en ésta y varias vías “sin nombre oficial”. En el callejón citado el sentido era de norte a sur. Hace poco lo invirtieron de sur a norte. Una patrulla estacionada bajo un árbol se dedica a cazar a los despistados que no ven el señalamiento.
Al consultar el Google maps y poner el cursor en la vía citada, aparece el nombre de “callejón La Salle”, pero la página electrónica aclara: “Zona sin asignación de nombre oficial”.
Así de sencillo. Se le ha llamado de distintas maneras, pero no es oficial. Unos por la colonia o el colegio aledaño, otros por la agencia automotriz y alguien por el gobernador en turno, pero todos errados.
Por ello, aunque el callejón es conocido con tres diversos nombres, en realidad debería llamarse “ilegalidad”.
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