* Jóvenes malabaristas hacen lo que la Policía Municipal presume, pero no hace. Limpian la ciudad.
"Limpiemos Tuxtla", dice el letrero. La Policía Municipal dice limpiar los cruceros, pero aún proliferan los nocivos limpiadores. Durante algún tiempo, uno de ellos se creyó "dueño" del crucero en la ex fuente Mactumactzá. Hoy halló la horma de su zapato. Le acomodaron las ideas a patadas y bofetadas. La policía municipal que presume operativos para retirar a limpiaparabrisas nocivos como éste, brilló por su ausencia.
Con una mochila amarilla a la espalda (dice ser americanista) y un gran ego que le hace sentirse dueño del crucero y del mundo, el joven limpiaparabrisas mira con rencor a una pareja de malabaristas.
Un joven y una señorita que han trabajado en otros cruceros de la capital chiapaneca, llegan al lugar sin imaginar que se toparían con quien al estilo de los caninos, marcó su territorio.
Éstos no se dejaron. Dejaron el monociclo a un lado, pero no la pelota ni la soga. Primero fueron palabras.
Una señora que vende refresco en cubeta apareció en el espejo retrovisor del auto rojo que en primer lugar de la fila esperaba el verde del semáforo.
En el auto estéreo cantaba Selena: "yo sé que un día volverás" Terminó la canción y empezó la golpiza al "dueño" del crucero Ahora sí la pelota fue soltada y se fue entre los autos que avanzaban de poniente a oriente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario