* Una dama dedica tiempo y recursos para alimentar animales silvestres cada día. En reciprocidad, los agradecidos animalitos dan un espectáculo gratuito a los niños de la familia.
La madre fue al mercado. Compró varias verduras aún sabiendo que sus hijos casi no gustan de comerlas. También compró maíz y semillas de girasol.
Los primeros en llegar son una ardilla y dos pájaros carpinteros. Luego siguen decenas de cotorros. Posteriormente llegan tórtolas. Y puntual a la cita llega un garrobo. A veces llegan gorriones, calandrias, torcasas, zanates y chachalacas.
Agua, tortillas, verduras y semillas siempre hay en el patio de la casa cercana al zoológico Miguel Álvarez del Toro. La familia disfruta de verlos comer. El esposo al principio se molestaba. Ahora entiende, apoya y felicita a su esposa por tener tan noble gesto.
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