Hubo sentimientos encontrados y diversas opiniones entre padres, maestros y alumnos.
La noticia de que más de la mitad de los estados en México pasaban a color verde en el semáforo epidemiológico, acabó de abrir las puertas al regreso a clases presenciales.
"Pero eso no me da confianza, el nivel de contagios es alto aún", dice Humberto, parado sobre el Circuito Las Casas del fraccionamiento La Misión, frente al plantel 145 del Cobach. "Traje a mi hija a la fuerza", dice.
Le preocupa a Humberto que no hay sana distancia desde la fila formada afuera. Le inquieta saber si no estarán aglomerados en el salón. Le molesta que ni una sola patrulla policiaca pasó en los 45 minutos que estuvo en el lugar.
Carolina, sin embargo dice "excelente, ya se habían tardado. Ellos ya están grandes y se saben cuidar". "En las fiestas, parques, plazas muy concurridas. Y ahora lloran por ir a la escuela", comenta Jorge. Maricela considera que tras dos años sin clases, ya era hora de regresar a las aulas, "están amplias y sólo habrá 15 alumnos" dice. Los alumnos afirman que será la mitad del cupo. Es decir en grupos de 40, esta semana asistirán 20 y la otra semana el resto, mientras los que asistan esta semana descansan.
Ernesto cuestiona qué hará el Comité con la cuota exigida. "Le pidieron a mi hija traer su gel, su toallita húmeda, le puse saldo porque dicen que lo van a necesitar para trabajar. Yday. ¿No que hay Internet gratis en cada escuela pública pue? ¿No que cooperamos para los artículos de limpieza y sanitizantes?"
La mayoría de padres, maestros y alumnos consideró que el regreso a clases presenciales ya era necesario. Incluso en otras escuelas ya desde hace dos semanas habían iniciado.
Ya adentro, muchos se emocionaron y comenzaron con los abrazos y saludos de beso. No hubo quién regulara para evitar esta situación. "Ya están grandes", fue la respuesta de algunos padres y administrativos.
Abimelec, sin embargo aunque su hija tiene 16 años, y cree que sabe cuidarse, oró por ella anoche y esta mañana al llevarla a la escuela. Sabe del riesgo latente y no lo minimiza. A seguirse cuidando.
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