Proliferan las cantinas, algunas clandestinas, que nunca cierran. Eso sí, farmacias de 24 horas no hay, dicen.
"Ta loco Google, no sirve", dice Raymundo. Es que acaba de revisar en su teléfono la temperatura ambiente de este miércoles 23 de febrero, en Chicoasén. Dice 32 grados. "A la sombra, tal vez, pero directo está como a 40", dice. Para Tuxtla el termómetro de Google dice 34 grados.
"En Chicoasén no hay farmacias de 24 horas pero sí cantinas", dice Hermisenda, enojada porque su marido no sale de esos lugares.
A unos 300 metros de su casa está el río. Y en las márgenes del afluente proliferan las cantinas, muchas de ellas clandestinas, que venden alcohol las 24 horas.
Una de ellas está pasando el puente. Incluso tiene el anuncio afuera. El local se ubica a línea de carretera, antes de la gasolinera. Muchos viajeros se detienen en ese lugar. Para enfriar las balatas de sus autos y refrescarse ellos también.
Es que para algunos chicoasenecos la cerveza se convirtió en artículo de primera necesidad. Normalmente es un lugar muy caluroso. Imagínese ahora... Por eso las cantinas lucen abiertas las 24 horas.
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