MÉXICO / EL DÍA QUE DIEGO RIVERA QUISO PINTAR DESNUDA A SILVIA PINAL

*Al final reprimió sus ganas y pintó en tres meses un cuadro... Gratis

En 1955, Silvia Pinal fue inmortalizada en un retrato por el pintor Diego Rivera, el cual ocupa un lugar especial en la residencia de Pinal en la Ciudad de México.

Además de Rivera, Silvia también ha sido pintada por otros artistas como Oswaldo Guayasamín, Mario Chávez Marión, Sylvia Pardo y el general Ignacio Beteta Quintana.

Uno de sus grandes admiradores fue el pintor Diego Rivera, el maestro sólo hacia retratos para políticos, empresarios o grandes artistas, todo sobre pedido y obviamente cobraba una gran cantidad de dinero por cada trabajo.

Cuenta la historia que en 1956, cuando Silvia Pinal iniciaba su carrera en la Época de Oro del Cine Mexicano, tuvo el placer de conocer a Diego Rivera en una reunión con diversas personalidades. Hubo un encuentro entre la actriz y el pintor por un amigo en común, un arquitecto que trabaja en un proyecto de la casa de Pinal y él fue quien los presentó.

En tono de broma, Diego Rivera dijo a Silvia Pinal que le encantaría que fuera una musa para una de sus pinturas. El Sapo quería que fuera un desnudo, pero la actriz declinó la propuesta y quiso algo más discreto, todo para poder presumir a sus visitas un cuadro hecho por el maestro muralista.

A pesar de que Diego Rivera insistió en trabajar al desnudo con Silvia Pinal, finalmente aceptó la propuesta de la actriz y comenzó a trabajar en el cuadro.

La pintura muestra a una Silvia Pinal en su juventud, donde resalta la belleza de la primera actriz y ella se muestra de pie, imponente, con la mirada fija y una postura que enamoraría a cualquier caballero de la época. Silvia Pinal tuvo que posar durante varios días para que Diego Rivera pudiera pintar. La actriz cuenta que terminaba con un tremendo dolor de piernas, pero nunca mencionó este detalle por miedo a ofender al maestro.

Diego Rivera tardó tres meses en pintar el retrato de Silvia Pinal, la actriz estaba maravillada con el resultado, pero había un detalle que le daba miedo preguntar: ¿El costo del trabajo? Silvia Pinal temía que el cuadro costara una fortuna, ya que empresarios y personalidades pagaban millones de pesos por el tiempo de Diego Rivera, pero se llevó una grata sorpresa.

Al final, cuando Silvia Pinal preguntó por los honorarios a Diego Rivera, el maestro decidió no cobrar un solo peso, un detalle que era visto pocas veces.