Griselda quedó de rodillas, como pidiendo perdón a Dios y a sus hijas.
La casa ubicada sobre la avenida Cisne entre Tucanes y Colibrí, luce acordonada. En la fachada principal dice servicio y reparación Uriel. Griselda lo daba rentado. "No tenía deudas ni problemas económicos, ella vivía bien", dicen algunos de los presentes.
Griselda era muy conocida en la colonia Los Pájaros, Arroyo Grande y Los Olivos. Durante mucho tiempo fue alcohólica. La conocían como la "chifladora" y la "cantadora". Sílbaba y cantaba muy bien, aseguran.
"Ya tenía como un año que no tomaba. Ya ni cuando eran alcohólica hizo esto" agregan los presentes que ven cómo policías acordonan cada vez un radio mayor, corriendo a los curiosos.
Griselda fue hace unos días a Berriozábal a comprar plantas y flores. Se veía de buen ánimo, pero con un dejo de tristeza.
"Antes echaba pleito con todos, tenía su carácter, pero era por su mismo vicio. Cuando lo dejó cambió bastante. Era buena gente. Tampoco estaba enferma como para decir que por eso se colgó", insisten los vecinos.
El cuerpo es levantado y subido a la unidad oficial. Se realizará la necropsia de ley para determinar la causa real del deceso de Griselda. Descanse en Paz.
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