TUXTLA / Acusan "trato infernal" en casa hogar

Según declarantes dignas de toda credibilidad, en "Odres Nuevos" hay maltratos físicos, verbales, psicológicos y explotación laboral.

Las imágenes duelen. Un niño sostiene dos tortillas, su alimento de ese día. Unas niñas duermen tiradas en el piso, sin cobijas. Esto es tan solo una parte de lo que ocurre tras las paredes de la casa hogar "Odres Nuevos", ubicada en la Ribera Cerro Hueco, aseguran fuentes dignas de toda credibilidad.

"Maquillan con aparente ayuda los maltratos físicos, verbales, psicológicos y explotación laboral de que hacen objeto a las niñas y niños de ese lugar", aseguran los denunciantes.

Por ejemplo, el miércoles pasado, dice uno de los denunciantes, un niño de iniciales R. De D. A. de 16 años de edad, fue enviado a trabajar a Pujiltic. "Tuvo un accidente en la carretera a 20 de Noviembre a eso de las 9 pm con otros 2, los cuales estuvieron internados en el Gómez Maza, ahora al parecer lo tienen escondido para que nadie sepa, ni el DIF Municipal", afirmó la fuente.

Explicaron que el vehículo en que se accidentó el niño era una camioneta marca Hunday tipo H100. "Lo tienen todo enyesado. A ver si no queda inválido", temen los denunciantes.

Egresados de dicha casa aseguran que "a las niñas las ponen a trabajar. Son ellas quienes se cocinan y hacen el aseo, porque no hay intendente. La pastelería también funciona con mano de obra de ellas. Ahí trabajan desde los 11 años", dijo un joven que pidió el anonimato.

Es un secreto a voces que la casa hogar "Odres Nuevos", como muchas otras similares, operan con el apoyo del extranjero. "Los gringos los apoyan mucho, pero ellos no saben nada de lo que pasa aquí", dice un joven que estuvo internado en dicha casa y vivió en carne propia los sufrimientos.

Una imagen reciente proporcionada a este medio muestra el closet semivacío. "No tienen ropa porque las que les compran algunos, se los quitan en la casa hogar para venderlas".

Las niñas y niños son felices cuando vienen los padrinos o patrocinadores, porque los llevan a pasear y les compran de todo: ropa, juguetes y hasta dulces, otro una vez que se van los gringos también se los quitan y los venden", aseguran otros que conocen de la verdadera situación.

A veces los más de 100 niñas y niños pasan hambre. "Sólo cuando tengan los grupos entran al comedor, de ahí comen afuera. A veces agua de Maseca o avena. O si no pura tortilla. A veces les dan un pollo casi echado a perder. Cuando se enferman les dan medicamento caduco", dijeron.

Para colmo de males, los desvalidos menores son golpeados, dicen los quejosos. "La encargada también es cómplice, porque cuando la señora Elizabeth no les puede pegar porque anda enferma, les pega la encargada", sostuvieron.

Una de las imágenes proporcionadas a este medio muestra a unas niñas que duermen en el piso, sin almohadas ni cobijas.

Finalmente dijeron que a varios niños les dio Covid-19, pero la encargada no lo reportó. "A un niño lo aislaron y bajo la puerta le pasaban su comida. Y él mismo se nebulizaba porque nadie quería entrar, ya había dado positivo".

Los más de 100 niñas y niños con edades de 4 a 24 años, sufren. "Acaba de llegar un bebé de ocho meses. A las niñas mayores las tienen prácticamente secuestradas, porque piden salir y no las dejan. Por eso es que muchos se han escapado", concluyó uno de los denunciantes.