TUXTLA / Lo volvieron a hacer

"Consignas sí, destrozos no", respondió la ciudadanía al vandalismo por parte de un grupo minoritario durante la manifestación por el 8M.

"Consignas sí, destrozos no", respondió la ciudadanía al vandalismo por parte de un grupo minoritario durante la manifestación por el 8M en la capital chiapaneca. Los comerciantes que se prepararon evitaron daños. Los que no, sufrieron las consecuencias.

Anunciaron la salida a las 16:00 horas. Partieron 16:30. Avanzaron sobre el bulevar Belisario Domínguez, de poniente a oriente, desde la Unach hacia Palacio de Gobierno.

Mujeres policías resguardaban el recinto oficial, con vallas metálicas, previendo la oleada de feministas que llegarían.

Una mujer, desafiando los candentes rayos del sol, cumplía su labor de limpiar las calles, esas por donde en unos momentos se manifestarían miles de mujeres, como ella, como las policías.

Desde el mismo inicio de la marcha hubo pintas y publicidad rotas. La intención de causar destrozos estaba anunciada con los bates, tubos y garrotes que portaban. También se cubrían el rostro.

Al llegar frente a Liverpool, un grupo de manifestantes se apartó y comenzó a vandalizar el local. Ya habían cerrado la cortina metálica para resguardar la mercancía. Sólo quebraron cristales del aparador exterior.

Desde el puente peatonal se observaban pancartas con leyendas como "Nos sembraron miedo, nos crecieron alas". "Ni una menos", "8M".

"Aborto legal ya".

La sed de dañar a terceros fue saciada conforme avanzaban. La agencia automotriz Nissan, ubicada sobre el bulevar Belisario Domínguez, no se salvó y fue vandalizada.

No hubo más daños en el resto del trayecto porque todos los comercios tomaron previsiones. Desde las 15:00 horas cerraron sus cortinas metálicas. Otros colocaron barricadas de madera como el banco de la 14 Poniente.

La gente se ausentó de la Avenida Central, por la misma razón. Había temor. Las consignas eran de reproche a la ciudadanía, echándole la culpa de los crímenes cometidos "frente a ellos".

Los comentarios en redes sociales fueron reprobatorios por estos actos. Los que simpatizaban con el movimiento y colocaron fotos de apoyo en sus estados de watsap, lo eliminaron. Los medios digitales que tenían fotos alusivas al 8M de portada, también la quitaron avergonzados por culpa de un grupo que contaminó la manifestación. "Consignas sí, destrozos no", respondió la ciudadanía al vandalismo manifestado en nombre del 8M.