Salieron de Mazatlán, iban a San Cristóbal de Las Casas. Por sus pantalones el chófer se ancló en Arriaga.
Esperaban llegar al clima fresco de Las Casas y por decisión unilateral y arbitraria del chófer de su autobús, quedaron en un auténtico infierno, en Arriaga.
El autobús se detuvo. Los pasajeros creyeron que era una simple escala normal. Pero el tiempo transcurría y el chofer del autobús no se movía. Al ser cuestionado, contestó a los pasajeros que hasta ahí llegaban. Que ya no los llevaría a su destino.
"Ahora el chófer no quiere seguir, no dice porque y tampoco nos quiere devolver el dinero. Y no tenemos para seguir en otro transporte", precisaron los afectados. Y solicitaron la intervención de las autoridades para hacer que el chófer les cumpla.
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