En un ambiente campirano puede beber un frío jugo de caña recién hecho. También hay caído de gallina de rancho y atol agrio.
A paso lento, a veces, y otras a trotando fustigado por un chicote, Zeus el caballo corre en círculo. Es la molienda de caña. Y mientras observan, decenas de personas degustan el fresco jugo de caña. También otros bocadillos.
Otros arman las mesas y alistan sillas. La olla de vapor llega cargada por dos personas y llena de tamales. Hay de toro pinto, bola, mole y de chipilin con pollo.
Seguramente es el clima fresco, el contacto con la vegetación, o la convivencia familiar, o todo eso sumado a la calidez en la atención lo que atrae a muchos.
La carne asada y el caldo de gallina de rancho también están listos. Usted no necesita ser Adán o Eva para estar en el Paraíso.
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