Fue organizado por Beatriz Gutiérrez Müller, presidenta del Consejo Honorario de la Memoria Histórica y Cultural de México.
"La humanidad se empobrece cuando muere una lengua", leyó el niño indígena Manuel. Era las 11:30 horas y el campanario del reloj sonó dos veces. Cuando los libros permanecen cerrados también hay pobreza en el acervo cultural. Pero hoy fue un día de riqueza. Se leyó mucho y a muchos en "Fandangos por la lectura", organizado por Beatriz Gutiérrez Müller. Acudió y leyó inspirado, el gobernador Rutilio Escandón Cadenas. La cita fue en Chiapa de Corzo.
"Siempre he querido ser famoso, pero no tanto. Hoy voy a salir en la tele", decía emocionado Luis a su compañero Arturo, mientras hacían fila para entrar por el acceso número cuatro. Son alumnos de la escuela secundaria "José Emilio Grajales".
Acudieron también alumnos de la escuela primaria del Estado "Ángel Albino Corzo", escuela secundaria 1o. de Marzo y la Preparatoria "Florinda Lazos". Más tarde todos unirían sus voces en la lectura de un poema. Llegaban con hambre y sed física. Les dieron tortas, aguas y jugos. Para su sed del saber, a todos les dieron un libro.
Lizbeth no perdía tiempo y leía el libro recibido mientras iniciaba el evento. "¿Y la primera dama? No la veo", decía un alumno de tercer grado. "No. En este sexenio no hay primera dama, la esposa del presidente no se llama así", corrigió un compañero.
En efecto. Beatriz Gutiérrez Müller es una escritora, periodista, profesora e investigadora mexicana. Es la esposa del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pero no funge como primera dama de México debido a la supresión de dicha figura. Tiene 53 años de edad.
Este martes 17 de mayo, vino a Chiapas como presidenta del Consejo Honorario de la Memoria Histórica y Cultural de México. Vino a fomentar la lectura.
Es que según el presidente de la Asociación de Libreros en Chiapas, Julio Sánchez Esquinca, el mexicano en promedio lee 2.8 libros al año, cifra muy inferior a la internacional que está en 5.6 y sin embargo, el chiapaneco lee una media de 0.8 por ciento.
Para abrir el banquete, la Marimba Infantil Provincia de Los Llanos de Venustiano Carranza, deleitó a los presentes. El gobernador Rutilio Escandón Cadenas sonreía al observar a sus paisanos. Beatriz Gutiérrez Müller le presumía la habilidad de los marimbistas al embajador boliviano en México, José Crespo Fernández.
"Es muy raro lo que está pasando aquí. Difícilmente lo volverán a ver", diría en la parte introductoria y de bienvenida Eduardo Villegas Mejías, coordinador de la Memoria Histórica y Cultural de México. Y se dijo muy contento con el evento inédito.
El evento revestía importancia que la escritora Claudia Peña Claros viajó desde el domingo, explicó Villegas. Solo para leer el poema de su autora "La soledad no depende de amor".
Era tan importante que el embajador José Crespo también canceló eventos y acudió para leer el poema "Que la espiga no sabía" de Coco Manto. Y trajo dos números artísticos con jóvenes del Grupo de Danza Olim Movimiento Boliviano.
Ahora era José Crespo Fernández, embajador de Bolivia en México, quien presumía a Beatriz Gutiérrez Müller la habilidad de sus paisanos.
La Pila mudéjar permanecía imponente, sencilla, hermosa, cómplice silenciosa del evento, como de quienes llegan a su fuente a pedir un deseo: sea el amor de su vida o simplemente a llorar el desamor ya rota la relación.
La Pila estaba allí para gritar en silencio que cada ladrillo fue colocado con tacto, firmeza, habilidad, paciencia y perseverancia hasta culminar la obra sin parangón. Como una metáfora de lo que puede ser el hábito de la lectura, un poco hoy, otro poco mañana.
"Luego de la pandemia necesitamos un remanso de paz, y se logra con lectura de escritores, poetas, cantantes, sensibles", subraya Eduardo Villegas.
"La maravilla de leer. Y cuando la lectura se vuelve un placer, llegamos al plano superior para adquirir conocimiento como verdaderos autodidactas", enfatiza Escandón Cadenas en su participación.
Y resalta que el compromiso 100 de 100 del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha sido cumplido cabalmente.
Delfina Gómez Álvarez, secretaria de Educación Federal, es breve y narra que uno de los libros que le marcó fue "La miseria del historicismo".
Y llegó el momento del bufete. Reyli Barba leyó con el alma "La raza que siembra" de Óscar Alfaro. Óscar Oliva leyó "Tercera naturaleza", de su autoría. Juana Karen Peñate leyó "Soy una mujer ch'ol de su autoría. El clímax fue con la lectura de "Los Amorosos" de Jaime Sabines. Beatriz Gutiérrez, Rutilio Escandón y Eduardo Villegas pusieron la piel de gallina a más de uno por la cadencia, precisión, dicción y sentimiento con que leyeron cada verso. Por un momento parecieron poetas y no políticos.
Cada obra de arte forma parte del Poemario sin fronteras.
Liz Sáenz, leyó en zoque "mi voz se llenó de pájaros". Y las aves enmarcaron su lectura con sus trinos sobre las Pochotas y Flamboyanes aledaños.
"En México necesitamos fortalecer el amor por la lectura y la escritura. El Sureste es tierra de poetas y escritores que nos deleitan con sus prosas y versos que le escriben al amor, desamor, a la Patria y a las bellezas naturales", puntualizaría en su momento Rutilio Escandón.
Lizbeth Inés Abarca Hernández, de 13 años de edad, alumna de primer grado de secundaria 1o. De Marzo, le hizo caso. Se dijo "encantada con el evento. Nos conectó con la lectura, es un hábito que todos debemos tener".
El cierre de la lectura es con "Los Adioses", de Rosario Castellanos. Leímos todos. "Quisimos aprender la despedida y rompimos la alianza que juntaba al amigo con la amiga. Y alzamos la distancia entre las amistades divididas.
Para aprender a irnos, caminamos. Fuimos dejando atrás las colinas, los valles, los verdeantes prados. Miramos su hermosura, pero no nos quedamos".
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