El cuerpo sin vida del motociclista quedó pegado al muro de contención, como para evitar un nuevo atropello, como para no trastocar la vialidad. El culpable huyó cobardemente.
Las patrullas policíacas se colocaron enfiladas sobre la carretera costera en el municipio de Mapastepec, de tal manera que cubrieran la moto y el cuerpo inerte del motociclista. Un auto no identificado los embistió por alcance. El conductor del biciclo salió proyectado.
Quizá fue el golpe contra el muro divisorio de concreto o la caída contra el asfalto lo que provocó el deceso. Los automovilistas observaban a lo lejos las patrullas que limitaban el paso. No sabían qué había pasado, pero lo intuían.
Al ver la escena de cerca, hubo quienes opinaron que las motocicletas no deben circular en libramiento, autopistas o carreteras muy transitadas. Los motociclistas son muy vulnerables, dijeron.
Tienen razón. Conducir una motocicleta catapulta hasta en un 300 por ciento el riesgo de sufrir un accidente y de que éste sea mortal.
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Comprometidos con la verdad, listos para ser oídos, ojos y boca de la sociedad. Espacio para señalar lo malo y reconocer lo bueno.
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