TUXTLA / 10,9,8... Inició el conteo regresivo

"Ah bárbaro, estoy más emocionado que cuando iba a ser papá por primera vez", exclama sonriente Luis, quien conduce un colectivo de la ruta 40. Dialoga con el pasajero copiloto luego de ver desde lo alto, el paso a desnivel del libramiento Sur y bulevar Serra Rojas. Inició el conteo regresivo. Falta muy poco para su inauguración.

La emoción de Luis es justificada. Su ruta normal incluye el libramiento Sur oriente de la colonia La Misión al mercado y viceversa. Con la obra, debe dar vuelta por la colonia Los Pájaros y Paseos del Bosque. Como él, otras rutas de transporte público deben rodear. Pero son los habitantes de las colonias aledañas a la obra quienes cuentan los días, horas y minutos para la inauguración.

"Vale la pena la espera y el sufrimiento por la obra. Antes, para ir al mercado San Juan era fácil. Ahora damos la gran vueita", dice Juan "N" que vive en el fraccionamiento Los Olivos.

El puente luce hermoso, totalmente concluido en la parte de arriba. Ambos carriles de alta, con barandales y pastos verdes en parte baja. Los carriles de baja van al 70 por ciento.

La calzada Señor del Pozo ya fue pavimentada este lunes con concreto hidráulico de libramiento Sur a la avenida Faisanes.

Las cercas de láminas no se ven más en los contornos. Incluso ya hay tránsito local por la calle Rebombeo con el control de un vigilante privado que abre y cierra el paso.

Para constatar el avance y corregir algunos detalles, el gobernador Rutilio Escandón Cadenas ha visitado varias veces el lugar.

El secretario de Obras Públicas del Estado, Ángel Torres, hizo lo propio. Hace días supervisó personalmente la construcción. Confirmó que este proyecto de movilidad se encuentra en la recta final para su próxima inauguración. Va al 95 por ciento.

La obra será de beneficio común. Tuxtla Gutiérrez requiere más y mejores vías. Son más de 100 mil autos los que se movilizan en la capital chiapaneca.

Durante un recorrido se puede observar en el lugar a un ejército de personas que pintan, instalan alcantarillas, soldan y levantan escombros. Hay lámparas, pues trabajan de noche. Pedro, un joven de 23 años vino de San Juan Cancuc. Está triste porque ya va acabar el trabajo. Pero espera seguir en el "otro puente" (de La Coca).

Otros comerciantes también se ponen tristes porque gracias a la obra subieron sus ventas, como la señora que vende comida y la que vende pollos asados frente a los dos hoteles. Estos negocios nunca se vieron afectados porque hubo vías alternas de acceso.

El conteo regresivo comenzó. En pocos días el ejecutivo estatal inaugurará la obra. La espera habrá terminado. En una casa cercana a la obra, Javier y Dulce sonríen. Su pequeño Liam "ya inauguró el puente. Lo recorrió anoche de ida y vuelta", en la parte de arriba. Ellos, como Luis el colectivero, como muchos, están emocionados. El conteo regresivo comenzó.