No hubo necesidad del desalojo policial en la Agencia Municipal de Cerro Hueco tomada.
"Salgan voluntariamente o los sacamos. Están en un edificio publico", dijo amenazante un mando de la Policía Municipal. "No es del Ayuntamiento, es donación, y esperábamos la respuesta, no la Policía", dijo Jorge Gómez secundado por Cuauhtémoc Cobatzin.
La policía se impuso, entraron. Quitaron las cadenas y candados de la puerta principal. Formaron una valla. Los habitantes se replegaron al patio.
Una llamada telefónica y el comandante pactó con los presentes: "Mañana los atenderán en el salón de usos múltiples de Convivencia Infantil, a las 11:00 horas con la licenciada Karla Burguete Torrestiana".
En respuesta, los manifestantes aceptaron retirarse voluntariamente. Los policías antimotines no se movían y el comandante Perdomo dio la orden "¡Bajen los acrílicos!". La valla policiaca se abrió, cediendo el paso a los habitantes que retiraron sus objetos y su persona. El aplauso no se hizo esperar. Se reconoció el uso de la razón y el diálogo por encima de la fuerza pública.
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